El posteo de Yanina que conmovió a todos: "Hoy le pongo fin a mi vergüenza"

"Hoy le pongo fin a mi vergüenza. Me presento: soy Yanina Benítez, quien volvió a nacer el 16 de junio de 2021", dice, en un posteo de Instagram que fue viral y conmovió a mucha gente.

En ese posteo compartió la primera foto que la muestra públicamente como es, tras haber sufrido una terrible descarga eléctrica que fue un antes y un después en la historia de su vida. "El golpe que jamás imaginé a mis 33 años", agrega, y que la empujó "hacia el abismo", preguntándose "para qué vivir".

En diálogo con LMCipolletti, confesó que "era el momento de que la gente la conozca". Advirtió que muchas personas que colaboraron para que pueda salir sólo la conocían por el nombre. "Quería que todos sepan que seguía siendo yo, sin algunas partes de mi cuerpo; y que sepan a quién ayudaban", reiteró.

Yanina mañana sábado cumple 34 años y por primera vez recibirá a sus amigas.

Cuando hablé con ella, el 10 de noviembre de 2021, no podía aún salir al mundo que tenía. Ni hubiese imaginado entonces que podría "recuperar" su nariz y sus dos brazos, en tan pocos meses. Son cifras millonarias que ella no podía alcanzar por sí sola.

Pero su historia de vida llegó tan lejos, conmovió a tanta gente, que la fuerza de muchos juntos hizo posible lo imposible.

"Yo tengo tres ángeles guardianes en mi vida: mi papá que está allá arriba, mi hermano que me revivió y Santi Maratea", reconoció.

Fue clave el influencer que hace explotar las redes sociales cada vez que toma la posta de una campaña solidaria y es un éxito rotundo. Cuando Yanina y una de sus hermanas tuvieron la posibilidad de conocerlo, y Santi Maratea les dijo que las iba a ayudar, se abrió una puerta de luz que avivó mucho más la esperanza.

Hasta aquí, la ayuda de mucha gente logró que juntaran $954.000 para la prótesis de nariz (quedan por depositar $100.000 más); y $206.000 por cada ojo (con cataratas postraumáticas). Ya se operó del izquierdo, el 25 enero; y volverá a ser intervenida por el derecho, el 22 de febrero. En tanto, el 6 de marzo viajará a Buenos Aires para que le coloquen los pernos que necesita su nariz y la prótesis que meses más tarde le colocarán en una próxima cirugía.

Pero la ayuda que ofreció Maratea multiplicó por mil la cadena solidaria, a tal punto que ya tienen depositada la mitad del dinero que necesita Yanina para que pueda tener las prótesis de sus brazos. El último presupuesto que le pasaron habla de $25.000.000. Y está muy cerca de lograr el objetivo.

"Hoy la mayor parte de mis prótesis están pagas y vuelvo a tener mis brazos y manos que tanto extraño", dijo Yanina, a quien también muchos la llaman "morocha".

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"La verdad que no pensamos que se iba a dar tan rápido. Yo creo que se pudo lograr gracias a los amigos, a la familia y a mucha gente que colaboró y sigue colaborando. Sin ellos, no hubiésemos llegado", reconoció la cipoleña.

En eso mismo estaba pensando, en todo lo que habían logrado, cuando su hermana "del corazón" le sacó la foto que la muestra tal cual es. "Fue difícil llegar a esto. Pero creí que era el momento. Y aunque hoy me levanté abombada, en unos días estaré de nuevo contenta porque lo logré", afirmó.

Agradeció el trabajo de los psicólogos y la psiquiatra, porque gracias a ellos también se dio cuenta que en medio de la desgracia que vivió es una afortunada. "Yo puedo caminar, hablar, puede ver y aprendí. Hago la cama, paso el lampazo, me puedo servir mi comida...fue la desesperación que me llevó a aprender muchas cosas", valoró.

"Estoy feliz por todo lo que logramos", enfatizó Yanina.

Mañana cuando cumpla años dice que no tiene deseos que pedir, sino más bien agradecer que "estoy viva". "Con Dios estuve muy enojada. Pero hoy le agradezco", aseveró.

Tiene muchas ganas de volver a la cancha, aunque admitió que todavía no puede hacerlo. De a poco, agregó, retomará su vida. "Me encantaría volver a trabajar, pero el camino es largo todavía", reconoció.

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La sostiene un equipo de médicos del hospital cipoleño que la prepara para todo lo que necesita hacer. "MI kinesióloga Ivone, mis terapistas Lucrecia y Emilia; y Nazarena, quien me ayudó a romper la cajita de cristal donde estaba y a exponer mi caso. Todas ellas son muy importantes en mi proceso de recuperación. También mi médica de cabecera, Carolina Gagliardi. Con ellas no tengo más que palabras de agradecimiento", destacó.

Le dio las gracias infinitas a su familia, a su pareja y todo su entorno, a los amigos y a toda la gente que no la conoce pero la ayudó "muchísimo". Yanina y sus hermanos continuarán realizando rifas, sorteos, ventas de pollo y otras actividades, como lo vienen haciendo, para recaudar los fondos que hacen falta.

El golpe más fuerte

El 16 de junio de 2021, Yanina recibió una descarga eléctrica de 13 mil voltios. Ella es pintora de obra y rasqueteaba una pared con un extensor de 2,5 metros de largo, con una espátula en la punta. En ese instante, quedó pegaba a un cable de alta tensión del tendido eléctrico de la vía pública, y ya después no recuerda más nada.

Estaba su hermano, quien tiró la escalera de madera donde Yanina se encontraba apoyada y así logró desprenderla. Ella cayó al piso y sufrió un fuerte golpe en la cabeza. No tenía signos vitales y su hermano le hizo RCP hasta que respondió.

"Yo estaba muerta, sin signos vitales. Mi hermano me revivió", manifestó.

Permaneció internada más de 70 días en el hospital hasta que pudo volver a su casa y comenzar otra etapa hacia la recuperación. Entonces decía: "Estoy como puedo", mientras el llanto y el desconsuelo dominaban sus días.

Sin embargo, al cabo de varios meses de lucharla, abrazó la esperanza y su voz hoy tiene otro color.

"Mi lucha sigue, si, pero con más ganas que nunca y con las suficientes fuerzas para demostrarle al mundo que aunque la vida te dé un sacudón siempre te da una segunda oportunidad", afirmó.