Detectaron una fiesta clandestina en una chacra cipoleña

Una juntada de amigos que se fue de las manos porque siguió cayendo gente a la chacra donde se realizaba el festejo terminó en el Juzgado de Faltas municipal con un acta de infracción. El organizador de la fiesta no había pedido permiso para realizarla, ni respetaba los protocolos establecidos. Superaba la cantidad de personas que podían reunirse, ni se respetaban las medidas de seguridad. Pero al menos, y a diferencia de otros infractores, el joven responsable del evento se hizo cargo de la situación y pidió disculpas.

La música alta los delató durante la madrugada del domingo. Un llamado a la central del 109 puso en conocimiento a la Policía y al personal de Fiscalización de la Municipalidad, quienes se trasladaron hasta el lugar y constaron la situación. La chacra está ubicada sobre Ruta 151, muy cerca de la academia Pillmatum. "Esa zona es muy tranquila, y cuando hay un poco de ruido llaman los vecinos", dijo el oficial principal Sergio Gauna, de la Comisaría 32.

El personal de esa unidad colaboró con los inspectores municipales, quienes tienen el poder de Policía en estos casos para resguardar su integridad. Afortunadamente, la fiesta no terminó en incidentes violentos, como ha ocurrido otras veces. Al llegar, muchos jóvenes corrieron hasta los vehículos que dejaron estacionados y se perdieron de vista. No obstante, el titular de la fiesta no huyó del lugar. Recibió el acta de infracción y el personal de Fiscalización secuestró todos los equipos de música, luces y parlantes que había en la fiesta.

"El procedimiento duró entre las 00.30 y las 3 de la mañana, aproximadamente. Cuando se acercaron los inspectores y la Policía vieron una gran cantidad de personas, más de 50, aproximadamente, que bailaban y consumían alcohol sin respetar las medidas de los decretos nacionales y las resoluciones municipales. Era toda gente joven, que promediaba los 20 años. Y salieron todos corriendo", comentó la jueza de Faltas, Cecilia San Pedro.

Los equipos de música quedaron en el lugar y los inspectores procedieron a su secuestro. Actualmente, se encuentran en el área de Fiscalización de Municipio.

"En el día de ayer se presentó el titular, quien se hizo cargo de la fiesta. Dijo que era una despedida porque se iba a vivir a otro lado; que se había juntado con algunos amigos pero de golpe fueron llegando más. Y pidió disculpas", contó la funcionaria municipal.

En el juzgado se le explicó que recién había llegado el acta de infracción y todavía no había una sentencia, pero las multas por este tipo de hechos rondan los 250 mil pesos. Mientras tanto, los equipos iban a quedar secuestrados, aunque no eran propiedad del joven infractor, sino de un DJ que no tenía nada que ver con el asunto, pero sufrió las consecuencias del festejo, ya que su material de trabajo quedó incautado por los inspectores.

Vale recordar que el Municipio autorizó la realización de reuniones sociales, familiares y recreativas de no más de 20 personas, en espacios cerrados. La misma limitación rige al aire libre si se trata de espacios privados y de los domicilios de las personas, salvo el grupo conviviente.

En tanto, se permiten los eventos culturales, sociales, recreativos o religiosos en espacios públicos al aire libre (habilitados) con una concurrencia menor a 100 personas.