Denuncian a escuela por no atender a un perro malherido

Proteccionistas del Refugio Isla Jordán denunciaron a través de las redes sociales a la Escuela 40 de Fernández Oro por abandono animal. Rabanito es un perro mestizo de mediana edad que buscó, tiempo atrás, refugio en el predio del establecimiento escolar, pero lo que una vez fue un hogar casi se convierte en su lecho de muerte.

El animal fue atacado hace una semana por una violenta jauría cegada por una perra en celo. El altercado le dejó como consecuencia grandes heridas expuestas en el lomo y el cuello. Según expresaron las mascoteras, en el colegio sabían de la situación y, sin embargo, no hicieron nada para auxiliarlo.

Aunque el perro no era de ellos y no tenían la responsabilidad de asistirlo, las proteccionistas cuestionaron a la institución por no haber dado aviso o visibilizar la problemática.

“Nadie lo llevó al veterinario, lo dejaron solo, tirado, dejando que los gusanos se lo comieran. Ningún directivo, ninguna maestra, ningún padre tuvo el corazón de levantarlo y llevarlo a curar. Más de una semana sufriendo solo”, se lamentaron en una publicación de Facebook.

A su vez, reclamaron “falta de voluntad” por parte de todos los que asisten a la Escuela 40 y que “no es necesario estar en una protectora, ni ser amante de los animales” para ayudar a un perro que se encuentra malherido, sino sólo “tener un poco de humanidad”.

El repudio de los usuarios de internet se hizo sentir con fuerza. Entre los comentarios, los vecinos consideraron “lamentable” que un hecho de estas características suceda en un establecimiento educativo y que “la falta de educación demuestra la calidad de enseñanza” que se brinda en la actualidad.

Hoy Rabanito lucha por su vida y los veterinarios que se encuentran brindándole atención hacen todo lo posible para salvarlo de la terrible situación que está atravesando.

Ayuda en cadena

Chester tuvo mejor suerte

Cuando los ladrones entraron a su casa, en Fernández Oro, Chester ladró para advertir a los vecinos y quiso detenerlos a mordiscones. Sin embargo, los delincuentes estaban armados y lo apuñalaron varias veces. Poco después fue encontrado ensangrentado y los vecinos se encargaron no sólo de llevarlo a una veterinaria para que le salvaran la vida, sino que hicieron una colecta de dinero para pagar la internación, muy cara para sus dueños, teniendo en cuenta la gran cantidad de medicamentos y cuidados que requería por su frágil estado.