Con posteos y retos virtuales promueven la salud en los barrios cipoleños
La Fundación Sol Patagónica estableció contacto en las redes sociales para bajar contenidos de salud a los barrios.
Había que llegar al corazón de los barrios de esta ciudad, con contenidos que promuevan y prevengan la salud de las familias cipoleñas. La pandemia de Covid-19 los recluyó a todos en sus casas, y sin chances de ir a la escuela y seguir en contacto con las seños y los profes, se volcaron en masa a las redes sociales.
Un grupo de profesionales que trabaja para la Fundación Sol Patagónica tiró las redes para seguir en contacto con cuatro instituciones educativas –Escuela 294, Jardín 49, Jardín 118 y el centro infantil del CEM 147- y las familias con las que trabajan hace más de diez años.
Te puede interesar...
Al grupo lo integran tres coordinadores, una trabajadora social, una nutricionista, un estudiante avanzado de Medicina, una fonoaudióloga, una odontóloga y un psicólogo.
“Lo que hacemos es armar posteos y videos de promoción y prevención de la salud. Algunos contenidos están vinculados a la pandemia, otros promueven hábitos saludables y temáticas que ya abordamos desde la fundación”, explicó Romina Masellis, la trabajadora social involucrada en la iniciativa.
Están en contacto directo con las directoras de las instituciones involucradas en el proyecto, y por medio de ellas también con más de 1500 chicos con domicilio en los barrios Anahi Mapu, tomas 2 y 10 de febrero, Barrio Obrero A y B, Barrio Nuevo y La Esperanza. Con todos ellos trabajaban de forma regular antes que la pandemia cambiara las reglas de vida.
En la misma línea de trabajo, y con el mismo espíritu, tienen llegada al comité de crisis municipal para bajar a los barrios todas las medidas y recomendaciones que realizan en la lucha contra el Covid-19, por un convenio que firmaron con el Municipio.
“Así estamos conectados con las familias del barrio, a través del Instagram y el Facebook o por grupos de WhatsApp. Semanalmente mandamos retos para que las familias se involucren y compartan las actividades que hacen. Mandamos una receta para hacer galletitas, un video sobre como lavarnos las manos, un trabalenguas…las familias les mandar algún videíto a las docentes y nosotros lo subimos también a las redes”, contó Romina.
Si bien muchas de las familias no tienen internet en sus casas, ni una computadora; la mayoría sigue en contacto con su teléfono celular y utiliza los datos.
A su vez, cada docente tiene a su cargo un grupo de familias con las cuales se comunica a través de WhatsApp. “Estimamos que hay 1500 niños y niños interconectados”, indicó Romina a LMCipolletti.
Hay un ida y vuelta con al menos 70 familias que responden.
“Nos agradecen que sigamos trabajando en el barrio, que tengamos un espacio para socializar. Para los chicos somos un profe o una seño más; y así no se sienten solos. Esto es lo que más nos motiva a seguir trabajando”, confesó la trabajadora social.
Con frecuencia, preguntan cuándo se van a volver a ver y cuándo volverán a la escuela; y con la llegada de los primeros fríos, están pidiendo leña y alimentos. “Traspasamos la necesidad al centro de promoción”, comentó Romina.
LEÉ MÁS
Di Tella sobre la cuarentena: "Hasta el 24 de mayo no habrá cambios en la ciudad"
Leé más
Le dijeron que no al violador que pidió prisión domiciliaria
Mujer policía dijo que perdió su arma dentro de una comisaría
Pacientes del Hospital deben esperar semanas por turnos para análisis y estudios
Noticias relacionadas
Dejá tu comentario