El color, las perlitas y las mejores fotos del primer día del año en la Isla Jordán
¡De fiesta! Miles de cipoleños disfrutaron allí en familia y también combatieron el calor en los canales cercanos. Asadito, brindis, anécdotas...
Con Guitarra, cantos, asadito y oraciones, la gente de la Iglesia la rompió. Foto Antonio Spagnuolo.
“No me quemes con la foto que se me quemó el lechón”, le ruega al fotógrafo entre risas, Hermenegildo, un boliviano que se radicó en Cipo hace más de 13 años.
La parrilla que improvisó está al borde del agua. Son más de las 17 y el almuerzo “será una merienda también”, bromea mientras una veintena de amigos lo apura “que hay hambre” y niños y grandes andan meta chapuzones -pese a estar prohibido bañarse allí-.
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Toman birra y se mueven al compás de la música que suena fuerte en un parlantito atado a un árbol. Es una de las postales simpáticas de una jornada, la primera de año, que regaló de a montones.
Las calles lucen desiertas. El calor, bajo un sol radiante, se torna sofocante. Pero no crea que todos en sus casas, prolongando el brindis de año nuevo o ya durmiendo la siesta. También son cientos, miles los vecinos cipoleños que disfrutan en familia a la vera de los canales o del Río Negro.
Como esa familia que dejó las bicis a un costado de Ruta Chica y Circunvalación. Morena, Valentina y Mailén juegan en el agua, mientras sus padres Maira y Julio las controlan y conversan.
“Ojalá que todo mejore en 2023”, expresan en dúo quienes llegaron pedaleando desde el barrio Don Bosco.
En la entrada al Manzanar Milenium está José con su esposa Cristina y su hija Andrea. Desplegaron las sillitas plásticas y matean con la tranquilidad de ver a Bauti refrescarse delante de sus narices y la caniche Luz corretea al borde del canal.
“Trajimos mate, budín, papá frita. Llegamos a las 15 y hasta las 20 nos quedamos, seguro. Es que el agua está linda y hay menos riesgos que en el Río”, aseguran y la pasan bomba.
El humo y el olorcito a asado tientan apenas se ingresa al predio Municipal. Allí en la zona de La Olla de la Isla continúan a puro jolgorio los Vivanco-Jaramillo, muy bien equipados y con la panza llena tras el “chivo y asado espectacular que nos clavamos más temprano”.
El gazebo les concede la salvadora sombra. “¿Esto sale en Crónica?, chicanea uno los muchachos. Se ríen con alguno de la flia al que comparan con un famoso, hacen chistes de Milei y se acomodan para la foto.
Poco más adelante otra familia se había apostado con una carpa y realizaban la sobremesa al paso del equipo de LM Cipolletti. Entre ellos estaba Diego Machuca, un colectivero del Koko que laburó de 6 a las 14 en el arranque del año y el cansancio le pasaba factura.
“Fui hasta Regina, había muchos jóvenes… Anoche cené con un compañero de laburo y no tomamos, obvio”, señala y aprovecha para mandarle un “saludo en estas fiestas a todos los pasajeros, la verdad llevo gente macanuda. Y que recuerden que en verano se reduce el horario de los ramales, yo hago Allén-Neuquén generalmente así que tengan paciencia”.
El maestro asador se queda en el fondo, prefiere pasar inadvertido, aunque el reportero gráfico se las ingenia para que salga en la imagen grupal. “Que todo mejore, trabajo y salud”, es el deseo que exponen en conjunto los Principato, Torres y Machuca.
El menú principal de la multitud, obvio, fue el asado y no faltaron los chivos. “Nosotros nos inclinamos por el pollo al disco, ya que está cara la carne”, asegura, no obstante, otro muchachos que mostraba un tendal de botellas de cerveza de litro...
"Pocas ventas"
Los vendedores ambulantes no se iban a perder la ocasión. Llamaba la atención ese senegalés que vestía una casaca blanca de los Lakers y ofrecía lentes de sol. “Poco vendí, no hay plata”, lamenta parafraseando al presidente del país.
Y eso que “los tengo a 3 mil nada más”, agrega.
Las familias Salvo, Aravena, Figueroa y Vidal eran una de las bandas más numerosas. Desde los bebés del grupete, Jere y Teo al abuelo Mario, estaban todos en la celebración.
También coparon el popular predio los miembros de la Iglesia Evangélica Pentescostal Unida Cipolletti, quienes cantaban alrededor de sus mesas y oraban mientras esperaban que se terminaran de hacer los manjares a la parrilla.
“Un par vinieron a las 5 de la mañana para asegurar lugar. A las 9 nos sumamos el resto. Deseamos lo mejor a la gente que no está por el buen camino. Los esperamos en Capitán Gómez casi Naciones Unidas, los sábado y domingo”, dejaron la invitación.
Así, los cipoleños disfrutaron del primer día del 2024 en la Isla Jordán y canales cercanos. ¡Felicidades y que “salga el sol” todo el año..!
Galería de imágenes
Estas son otras de las fotos captadas en el lugar por Antonio Spagnuolo.
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