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Anahí Soto, la cipoleña que hace historia en el arbitraje

Dirigió a Rincón en el Regional. Superó adversidades y es récord.

POR MARTIN GAMERO - [email protected]

Con tenacidad y amor propio, Anahí Soto se ganó un lugar en el mundo del fútbol masculino. Por su condición de mujer todo le costó más, pero, lejos de bajar los brazos, avanzó a paso firme.

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Se fue hace un par de años de su Cipolletti natal a Bariloche para estudiar y recibirse en la carrera de Profesorado de Educación Física. Pero la plata al principio no alcanzaba y eso la llevó a vincularse a su actual pasión. "Comencé a dirigir porque era una salida económica ya que estudiaba, y porque no había casi mujeres dirigiendo", cuenta la jueza de 28 años que hace historia.

En ese largo y arduo camino debió sortear muchas dificultades que casi la llevan a abandonar. "He pensado en dejar de arbitrar por cierta gente que manejaba el colegio de árbitros en su momento. Porque más allá del machismo, eran malas personas que le hicieron muy mal al arbitraje de Bariloche", admite, y agrega: "De parte de esas personas un montón de veces escuché que no me ponían en ciertos partidos para "cuidarme".

La Negra, como la apodan, en 2017 fue la primera mujer de la Patagonia que integró una terna en el ex Federal B. Y sigue dando pasos firmes en la actividad.

Dirigió bien en Rincón

El pasado domingo dirigió el partido en el que Rincón superó a Unión Alem Progresista 1 a 0 por la segunda fecha del Torneo Regional Amateur. "Tuvo un arbitraje correcto, buen manejo del juego y sin influir en el resultado", aseguró Osvaldo Domínguez, el periodista que cubrió el encuentro para LM Neuquén.

"Ser la primera mujer en la Patagonia en dirigir creo que es un gran paso, pero no solo en lo personal, sino para todas las árbitras de la zona", destaca Anahí, que no obstante asegura que su partido más importante fue el debut en Primera por la Liga de Bariloche, hace casi una década.

Consultada sobre si nota una evolución en torno al respeto de hinchas y jugadores hacia una jueza mujer, la cipoleña explica: "Creo que vivimos el fútbol con demasiada intensidad y eso se nota en las canchas. La parte del respeto de los hinchas no lo sé. Cuando entro a la cancha no pienso en la hinchada así que no sé si me gritan poco o mucho. Con los jugadores el respeto lo marca uno. Yo no insulto y no permito que ellos lo hagan".

En 2016-2017 egresó de la Escuela Nacional de Árbitros, perteneciente a la AFA, siendo la primera mujer de la provincia de Río Negro y de la región patagónica.

Anahí es fana de la jueza que dirigió la final de la Supercopa de Europa entre el Liverpool y el Chelsea del año pasado, Stéphanie Frappart. La francesa fue la primera mujer que arbitró una final de una competición europea masculina y fue un paso más para alcanzar la plena igualdad de género en el deporte más popular del mundo. A pesar de los palos en el camino, asegura que su mayor sueño es "llegar lo más lejos que pueda, que me lo permitan y que mi capacidad me dé. Pero sin dudas que llegar a dirigir en la Primera División es mi máximo anhelo". A pesar de remar contra viento y marea, ya son siete los años de Anahí Soto como jueza en un ambiente machista. Y que sean muchos más....

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-> Aquella distinción que fue “un mimo”

En 2018, la Legislatura Rionegrina declaró “de interés deportivo, social y educativo el destacado desempeño de la árbitra nacional Anahí Soto, egresada durante el periodo 2016-2017 de la Escuela Nacional de Árbitros, perteneciente a la Asociación del Fútbol Argentino, siendo la primera en su género de la provincia de Río Negro y también de la región patagónica”.

Un merecido reconocimiento al que la jueza oriunda de Cipolletti y radicada en Bariloche le da el valor que realmente tiene.

“La distinción fue un mimo al trabajo de hormiga que uno hace toda la semana”, resalta en su charla con LM Neuquén.

Y seguidamente detalló el enorme esfuerzo que realiza desde hace años para poder llegar a donde se encuentra hoy, cumpliendo sus sueños.

“Ir a entrenar, ir a clase, viajar, estar todo el fin de semana en la cancha, etc. Todas estas cosas que solo la familia de los y las árbitras y árbitros saben valorar”, agrega.

Es que la profesión de juez es sumamente importante pero a la vez una de las más ingratas en el fútbol porque no hay hinchas de los referís.

La terna se encuentra sola al momento de afrontar un partido y debe lidiar con los reclamos de ambos equipos y de ambas hinchadas. Por eso lo de Anahí Soto es más valioso e importante aún. Un verdadero ejemplo, una clara demostración de que a pesar de todas las dificultades siempre se puede triunfar en la profesión que se ame.

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