Un ex militar, acorralado por violencia de género

Un ex militar que golpeó y amenazó de muerte a su ex pareja, una docente cipoleña, se sentó ayer en el banquillo de los acusados en el arranque del juicio en su contra y desde allí, la agredió verbalmente. Aseguró que era “histérica y celosa”, luego de que la fiscalía relatase el largo historial de situaciones violentas por las que está acusado.

La audiencia se concretó ayer en los tribunales de calle España, en medio de una manifestación de organizaciones sociales y el gremio Unter, quienes se concentraron para acompañar a la víctima.

Luego de varias denuncias que no tuvieron curso en la Justicia, la docente logró llevar a juicio a su ex pareja por violencia de género, tras denunciar el 24 de febrero un ataque que implicó también la agresión a dos policías, a quienes el hombre hasta intentó quitarles sus armas reglamentarias.

Durante la audiencia se logró constatar las reiteradas agresiones que Natalia sufrió durante años por parte de su ex pareja, un militar retirado especializado en buceo. Según indicó la abogada de la víctima, Gisella Moreira, el tribunal logró escuchar la declaración testimonial de dos amigas de Natalia, la psicóloga y los dos agentes policiales agredidos por G.S. Una de las amigas de la víctima relató un hecho de violencia que presenció en el domicilio, mientras que la otra comentó que en el 2011 le pudo observar heridas en su cuello y la asistió con un maquillaje para disimular las marcas.

Los policías que estuvieron presentes en la agresión de febrero acreditaron los sucesos denunciados por la docente, confirmando las amenazas contra ellos y contra la mujer, entre las que destacaron las frases “te voy a matar” y “vos tenés fecha de vencimiento”.

La maestra también declaró su calvario de agresiones y acoso que sufrió durante muchos años, aún terminada la relación. “Natalia formalizó muchas denuncias por que fueron archivadas o remitidas al ámbito de Familia, pero solo el último ataque logró tomar curso ya que involucró al personal policial”, cuestionó Moreira.

Por su lado, el acusado manifestó que nunca había ejercido violencia sobre la mujer, y que ella “era celosa, y se ponía muy histérica”. Durante su declaración el hombre confirmó que en febrero pasado la cruzó con su auto sobre la Ruta 22 y la siguió hasta su domicilio a las 3 de la madrugada con el objetivo de “decirle todo lo que no le había podido decir”, haciendo referencia a su relación sentimental. También alegó que no estaba informado sobre una restricción de acercamiento.

El miércoles 7 de septiembre se realizarán los alegatos. Hasta ese entonces Natalia continuará con custodia policial permanente y el botón antipático en sus manos, mientras su ex pareja vive en libertad.

Visitas intimidatorias

La prohibición de acercarse no lo frena

El ex militar llegó a juicio por un episodio de violencia en el que ignoró la prohibición de acercamiento. Esa situación provocó la llegada de dos policías a la escena, quienes ayer lo complicaron con su declaración. Para defenderse, el hombre aseguró que ignoraba que no podía visitar a su ex pareja. Sin embargo, las violaciones a la prohibición no serían aisladas. De hecho, Gisella Moreira, abogada de la víctima aseguró: “El viernes pasado volvió a violar la restricción de acercamiento, estacionando frente al domicilio de Natalia y observando su vivienda”.