Quieren reunirse con Rodrigo Buteler por los comedores

La Multisectorial cipoleña le solicitará una reunión al intendente, Rodrigo Buteler, para conocer qué políticas tiene previsto instrumentar para ayudar a paliar el hambre que se expande por los sectores más vulnerables de la población. Los comedores son el tema central de preocupación.

La organización se viene reuniendo todos los martes para evaluar la realidad local, haciendo foco en los problemas económicos y sociales existentes y que se vienen agravando en los últimos tiempos. Además, sigue de cerca los casos de violencia de género que se dan en la sociedad.

Se supo ayer que uno de los puntos centrales que quieren tratar con Buteler se relaciona con los aportes de alimentos para los comedores y merenderos populares, que se encuentran suspendidos hace ya un tiempo prolongado. La situación ha llevado al cierre de casi todos los emprendimientos solidarios, que antes podían funcionar, en gran medida, gracias a la asistencia del Municipio.

Esta falta de colaboración se une al corte de la ayuda de Nación y también de Provincia, lo que termina por describir un panorama de incertidumbre social notable.

A la carencia de alimentos para cocinar, hay que agregar las dificultades que existen para conseguir las garrafas de gas, ya que han alcanzado un costo de 6.000 a 7.000 pesos, montos demasiado elevados cuando, además, casi no se cuenta con ingresos. El drama lo viven, además, los propios vecinos sin trabajo y empobrecidos, que no cuentan con dinero para abastecerse de gas. En otras palabras, se ven privados de cocinar en sus hogares.

Ante estos inconvenientes, los referentes de movimientos sociales reciben todo el tiempo mensajes y llamados de gente que necesita que le den comida o alimentos para prepararse ellos mismos. En la comuna, Diego Cides, titular de Desarrollo Humano y Promoción Comunitaria, les ha solicitado a los dirigentes que envíen a las personas hasta la sede de la cartera, en la ex Corpofrut.

El año pasado, llegaron a tener actividad más de 70 comedores y merenderos, en los que se atendía habitualmente a decenas o cientos de familias.

Solidaridad de vecinos y entidades

Uno de los pocos comedores populares que sigue funcionando es el del Barrio Obrero A. Pero lo hace todos los días únicamente de 18 a 20 y merced a que todavía le quedan algunas provisiones almacenadas y por el aporte que hacen los propios vecinos y también el Banco de Alimentos, con sede en Neuquén, y otras entidades. En el emprendimiento, les han solicitado a los concurrentes que colaboren con la preparación de la comida y con la limpieza y lavado, por ejemplo, de las ollas. En ocasiones, algunas donaciones de alimentos se entregan directamente a los vecinos.