Por el GPS, confirmaron que amenazó a un vecino

Uno de los condenados por el crimen del adolescente Brian Villegas se quiso pasar de vivo y a pesar de que negó su participación en una serie de amenazas, fue declarado culpable y podría sumar una nueva pena de prisión.

De acuerdo con fuentes judiciales, Cristian Nahuel Vera, quien había sido condenado por abuso de armas en el proceso por el asesinato de Villegas, fue llevado nuevamente a tribunales luego de una denuncia por amenazas de muerte. Más allá de que buscó desentenderse de la situación, la tobillera electrónica que monitorea sus movimientos lo dejó al descubierto y se transformó en la prueba principal para que la justicia lo declarara culpable del delito de amenazas.

A partir de los testimonios de las personas que intervienen en el seguimiento de las personas monitoreadas electrónicamente mediante el GPS, la fiscalía pudo demostrar que Vera estuvo cerca de la víctima y que, en esas circunstancias, profirió graves intimidaciones a un familiar de Villegas. En apariencia, el condenado se refirió a su situación y que, ahora en libertad, tenía la posibilidad de vengarse.

Vera estuvo preso, pero consiguió el beneficio de la libertad con el monitoreo a través de una tobillera. Tiempo después, fue denunciado por uno de los familiares de Villegas por las amenazas y el hecho llegó a juicio oral. En los próximos días, quedará definida la fecha de la audiencia de cesura, donde se le impondrá una pena.

Mientras que Vera sufrió un castigo menor en el juicio por el homicidio de Villegas, su papá, Jorge “el Pingo” Vera, recibió una pena de prisión efectiva de 13 años y Sebastián “el Moli” Díaz Lonconao tuvo un castigo de 11 años.

El veredicto fue dictado por un tribunal presidido por César Gutiérrez Elcarás e integrado por Guillermo Baquero Lazcano y Pablo Repetto y se ajustó en gran parte a lo que pretendía la fiscalía.

3 condenados hubo por el crimen de Brian Villegas.

La víctima, de 16 años, fue asesinada en el marco de un enfrentamiento que mantenían las bandas identificadas por los nombres de Petones y Justicieros. El menor habría sido confundido como integrante de uno de esos grupos juveniles.

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