Robaron a turistas brasileños y los ladrones compraron carne con sus tarjetas de crédito

Un grupo de turistas brasileños que disfrutaban de los bellísimos paisajes de la cordillera rionegrina vieron empañadas sus vacaciones por un robo que sufrieron mientras estaban en San Carlos de Bariloche.

Los visitantes habían dejado estacionado el auto de alquiler en que se movilizaban en la calle Biedma, entre Pioneros y Bustillo, en el sector oeste de la ciudad y a pocas cuadras del lago Nahuel Huapi, e ingresaron a un comercio a realizar compras.

En ese momento ladrones abrieron el vehículo sin ejercer violencia, informó el diario El Cordillerano, y del interior robaron carteras, bolsas y otras pertenencias que estaban en el asiento trasero, para luego escapar.

Al regresar los damnificados advirtieron lo que había sucedido, por lo que concurrieron a una dependencia policial, en la que detallaron que entre lo sustraído, había teléfonos celulares y tarjetas de crédito.

Allí fueron informados que los autores del robo habían efectuado compras en una carnicería situada frente a la sede de la Policía Federal, situado en la esquina de General Antonio Tiscornia y Morales, a varias cuadras de distancia del lugar del hecho.

Corrían picadas en el centro de Bariloche

Efectivos de la Comisaría Segunda, en el marco de un operativo del que también participaron inspectores del municipio, secuestraron dos vehículos que corrían picadas en pleno centro de Bariloche.

El operativo se realizó en pleno centro de la localidad cordillerana. Cuando personal de esa unidad realizaba recorridos de prevención, detectó la presencia de vehículos que circulaban a gran velocidad, de forma temeraria.

Picadas centro Bariloche.jpg

Distintas patrullas de esa dependencia iniciaron la búsqueda de los vehículos, logrando ubicar a dos de ellos cuando recorrían la arteria principal de Bariloche. Se trata de dos vehículos VW, un Fox y un Golf

Ambos rodados fueron identificados cuando corrían “picadas” en la Avenida 12 de Octubre, razón por la que fueron secuestrados a la dependencia policial del Centro Cívico, para luego ser alojados en el Playón Municipal.