Los engancharon robando placas en el cementerio: un detenido

A plena luz del día, en la siesta de este miércoles cuando algunos aprovechaban la tarde soleada para ir a llevarles flores a sus seres queridos. En ese contexto, tres sujetos que no conocen del respeto por el dolor de los demás, estuvieron robando y profanando nichos y panteones del cementerio municipal de Allen para apoderarse de placas, cruces, portarretratos y otros elementos metálicos de las sepulturas.

En esta oportunidad el personal del cementerio advirtió movimientos extraños en una de las galerías de los nichos y rápidamente dieron aviso a la policía. De manera inmediata un patrullero de la comisaría 33 que estaba realizando trabajos de prevención en la zona llegó al cementerio y encontró a tres delincuentes in fraganti, robándose las placas.

Dos de los ladrones comenzaron a correr y lograron huir escabulléndose entre las sepulturas. El tercero fue interceptado por los uniformados de la 33 y luego de alcanzarlo, lo redujeron y esposaron para llevarlo detenido a la comisaría del barrio Norte.

El detenido, según pudo averiguar LM Cipolletti, tiene 39 años de edad. De acuerdo a la información que trascendió, todos llevaban mochilas y bolsas para llevarse las placas y cruces. Ahora la modalidad no sólo alcanza a los elementos colocados sobre las paredes de nichos, panteones y tumbas. Destruyen los cristales de esos lugares para robarse del interior cruces, portarretratos y todo elemento metálico que recuerde a los difuntos.

8e2f108d-814d-4e81-bbf6-029a23edde9c.jpg

El momento más difícil para los empleados municipales del cementerio es, posteriormente, darle aviso a los familiares de la profanación que sufren estos sitios de descanso para los seres queridos. Y cuando llegan al lugar y ven los destrozos, la bronca es incontenible para todos. La situación de vandalismo en el cementerio lleva largos años en Allen.

Lamentablemente en la ciudad hay carteles que promocionan la compra de hierro, cobre, bronce, aluminio y todo tipo de aleación. Los delincuentes de cementerios muelen a mazazos el material para que no se identifique la procedencia pero debería existir una ley que regule la actividad de la compra de metales ya que los transformadores eléctricos y los cementerios, son la "mina de oro" que buscan estos energúmenos.