Una jueza y una subcomisaria conquistaron el "techo de la Patagonia"

El indómito Domuyo es el emblema del montañismo en la Patagonia argentina. Es prácticamente esa magia inmaterial e intangible de poder “tocar el cielo con las manos” en este pedacito de patria del norte neuquino. Tiene una cumbre de 4709 metros, a la cual todos respetan. Es su voluntad y siempre tiene la última palabra en cuanto si abre o no la puerta de su cúspide para que aquellos que lo desafían lo puedan coronar con su llegada. No es para cualquiera y los montañistas lo saben. Algunos han dejado allí su alma para siempre y otros han tenido la fortuna de ir y volver y más aún ir y volver muchas veces.

María Claudia Castro, jueza del Juzgado de Familia, Niñez y Adolescencia de la V Circunscripción Judicial, con asiento de funciones en la ciudad de Chos Malal es una de las montañistas que el último sábado conquistó por primera vez al Domuyo. A su lado lo hizo la Subcomisaria Yanina Noelia Mardones Liberatori, subjefe de la comisaría 24 de la misma ciudad, quien lo hizo por segunda vez. Ambas mujeres forman parte del Grupo de Montaña “Andes Mágicos” que es dirigido por el reconocido rescatista de montaña Juan Carlos “Popeye” Contreras. La cordada que tuvo la bendición de hacer cumbre estuvo compuesta por 7 integrantes.

Aunque tiene amplia experiencia en la materia para María Claudia Castro este ascenso al Domuyo tuvo un sabor especial ya que fue la primera vez que pisó su cumbre. “Ésta cumbre al Domuyo, en particular fue como la postal del atardecer que les comparto, una caricia al alma, un reencuentro con mi historia”, empezó relatando su travesía María Claudia. Agregó con un dejo de emoción que “el Domuyo, ubicado en el departamento Minas de Neuquén, era el asignado a mi padre Manolo Castro, Agrónomo de la provincia, que nos llevó a mis hermanos y a mí a conocer y a amar nuestra tierra, nuestras raíces y nunca dejar de sorprendernos”. Más adelante comentó lo que significa vivir todos y cada uno de los momentos transitados en las alturas. “Caminar la montaña es una experiencia única, es ese contacto con la naturaleza, sus silencios y sonidos, su inmensidad y finitud. Es el encuentro con uno mismo, nuestras alegrías y dolores. Es un andar que nos recuerda que somos todos y cada uno parte de esta gran inmensidad, la vida misma”, relató. Respecto a su “mágica cumbre” tal cual la definió la jueza, se le suman otras 25 cumbres, incluidas las del Lanín, Tromen, Palao y Corona entre otros cerros. “Caminar hacia la cumbre, es un objetivo, una meta, pero sin duda lo más rico está en el camino, el andar, compartir, acompañarse y disfrutar”, finalizó.

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La primera vez de la jueza y la segunda de la subcomisaria

Yanina Noelia Mardones Liberatori el último mes de diciembre fue ascendida a subcomisaria y a la vez le cupo el honor de ser designada como Segundo Jefe de Comisaría 24 de Chos Malal. A su gran trayectoria policial también se le suma un excelente desempeño en el mundo del montañismo. “En esta, mi segunda, cumbre en el Domuyo, el imponente y maravilloso Techo de la Patagonia, volví a auto incursionar en un desafío que es propio, redescubriendo que la mente, el cuerpo y el alma, se unen para sortear obstáculos, para maravillarme una vez más por el hecho de encontrarme en una de las más altas cumbres desde donde se pueda contemplar una inmensidad inigualable”, definió Yanina el desafío concretado.

La efectivo policial con esta nueva conquista ya tiene 15 cumbres en su “palmarés” personal. Sobre sus inicios en la actividad dijo que “la incursión por el montañismo comenzó desde la curiosidad por saber qué descubriría en mi interior a partir de explorar en esa actividad, que es más que eso, es la esencia de la vida”. A renglón con sus palabras dejó bien en claro que arriba en la montaña todos son iguales y que todos son uno. “La compañía con la que se comparte la actividad, le da el toque esencial de compañía, pero también de impulso, para no decaer, para levantar cuando parece que las fuerzas se van apagando, es ahí, en ese grupo de personas que comparten la misma pasión, donde no hay lugar para los cargos, las insignias y demás atributos impuestos socialmente, allí es donde podemos ser auténticos, que es lo que pareciera ser lo que la naturaleza busca en cada uno de nosotros”, reflexionó.

Argumentó esa “complicidad” en la unión de voluntades para completar el recorrido para llegar al campamento base para al otro día emprender el “tirón de cumbre” en terrenos cordilleranos sumamente complicados. Por último encaminó sus declaraciones hacia los afectos y al amor que siempre espera en casa. “el regreso, tan anhelado, sabiendo que en casa está mi compañero de vida Jorge y mis hijos Benjamín y Valentina, esperando para acoger con ese abrazo interminable, con esa expresión tras haber extrañado, producto del amor y el acompañamiento desde la distancia, como un aporte esencial para obtener la fortaleza de disfrutar el desafío y volver habiendo cumplido felizmente el objetivo”, cerró.

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Popeye y sus “Andes Mágicos”

Juan Carlos “Popeye” Contreras es un experimentado hombre de montaña en la modalidad de rescate. En el año 2021 completó con un amigo la aventura de subir el Tromen con una bicicleta al hombro. Tiene 47 años y en su hoja de vida se cuenta que fue integrante de la primera camada de soldados voluntarios del RIM 10 de Covunco. Es justamente en esa unidad donde comenzó a tener contacto con la montaña. En el año 1997 hizo el curso de cazadores de montaña en la unidad de Primeros Pinos, qué por primera vez era para soldados. La mayoría de las montañas y cumbres las hizo estando incorporado. Tiene la Actitud Especial de las Tropas de Montaña, que es el Cóndor de Plata y Cazador de Montaña. Desde aquellos años hasta hoy abrazó a la montaña como su forma de vida.

El 15 de marzo de 2020 creó el Grupo de Montaña “Andes Mágicos” y ha llevado a la cumbre de distintos cerros a muchos montañistas y andinistas. “La montaña es el reducto natural por excelencia, qué nos permite desconectar de las rutinas y la vorágine diaria”, es un “leit motiv” que lo ha marcado a fuego siempre. “En particular el Domuyo para mí tiene una energía especial, es el techo de la Patagonia y la montaña de la leyenda, dónde en su cumbre visualizaban a una niña de cabello dorado peinándose. Esto le da a toda persona una motivación especial”, expresó el reconocido Popeye que con este logro ya lleva acuñadas 46 cumbres. Asimismo habló de los deseos de cumbre que tienen todos pero aseguró que al Volcán siempre hay que respetarlo. “Para alcanzar la deseada y enigmática cumbre, tenés que tener una preparación física y psíquica adecuada. La geografía te presenta a cada paso un obstáculo diferente que sortear, sus escarpadas laderas, los estruendosos ruidos de los glaciares te transportan a otra dimensión”, sostuvo. En el mismo sentido agregó que “también lo que te mantiene permanentemente en alerta es la historia de esta montaña. Acá perdieron la vida andinistas y guías”.

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El “salto de cumbre” se logró luego de una caminata lenta y extenuante. Llegaron a la cumbre a las 16 hs del sábado 20 de enero, el día de San Sebastián. “Toda la cordada llegó a la cumbre en un día fantástico. Nada de viento ni de frío. La vista fue tan magnífica y fantástica cómo la leyenda. Sólo allí te llenás de esa energía dinámica del universo que te lleva a sentirte diminuto ante tanta inmensidad.”

Por último mencionó a todos los integrantes de la exitosa cordada. “El equipo que llegó a la tan ansiada cumbre está vez fueron unas amigas y un amigo que integran mi grupo de montaña. En esta oportunidad fueron la jueza María Claudia Castro, la subcomisaria Yanina Noelia Mardones Liberatori, la abogada Farah Temi, Andrea Valenzuela trabajadora del poder judicial y Noelia Estefanía Freire, sargento de la comisaría 37 Tricao Malal. Además Kevin Ibáñez, segundo jefe de bomberos voluntarios de Chos Malal”.

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