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Los cipoleños que sufren hasta después de muertos

Hay 15 cuerpos en un depósito esperando un lugar en el cementerio.

Cómo estará de colapsado el cementerio local que varios muertos descansan en un depósito porque no hay nichos para que sus seres queridos puedan darles una digna sepultura. Tal es el caso de la familia de Mario Jesús Salvay, de 65 años, quien falleció el pasado 29 de abril y su cuerpo ha permanecido allí todo este tiempo. “Él y unos cuantos más. No tienen lugar es la respuesta que dan. Fuimos tres veces y ya les molesta que llamemos”, dijo su hijo, que se llama igual que el difunto. Entonces, lo acompañaba su madre Rafaela Morella, quien angustiada expresó: “Es horrible, nunca pensé que nos podía pasar esto. Me hace mal saber que mi marido sigue ahí y no lo podemos ir a ver. Parece que no se entiende el dolor de los que quedamos vivos. Espero que esté porque ya desconfío de todo”.

Cansados de prolongar su sufrimiento, acudieron a los medios de comunicación para encontrar una solución, y la respuesta no tardó en llegar. Hoy se tienen que presentar a las 10 en el cenotafio municipal. Se supone que para sepultar a su ser querido.

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En diálogo con LM Cipolletti, la encargada Mercedes Salvadores reconoció que la situación es complicada. Dijo que hay nichos disponibles en la medida que la gente se acerca y accede a la cremación, y de esta manera desocupan lugares. “Estamos un poco apretados”, sostuvo, aunque aseveró que en tierra hay lugar.

“Mi papá hace un mes que está en el depósito, no lo podemos ver ni darle una digna sepultura. Nos dicen que no hay lugar, esa es la única respuesta que dan”. Mario Salvay Su padre murió el 29 de abril y todavía espera un nicho.

Por esta razón, admitió que el caso de esta familia no es aislado y calculó que “debe haber unos 15 cuerpos en depósito” esperando una sepultura. Pese a los esfuerzos que realiza el personal, afirmó que “siempre están en desventaja”. El cementerio ha quedado chico y la obra en ejecución para sumar 1200 nichos no culmina aún.

Los familiares de Salvay ya sabían que no eran los únicos que pasaban por este calvario, aunque no era excusa ni consuelo para perpetuar esa circunstancia durante tanto tiempo. Luego del velorio, Mario fue trasladado al cementerio donde fue provisoriamente depositado en un nicho. “¿Por qué no lo cubren?”, preguntó entonces su mujer. Es que ahí no iba a quedar. Dos días después, la familia volvió al cementerio y el cadáver ya había sido llevado al depósito.

Pensaron que esta situación se podía prolongar no más de una semana. Pero fueron pasando los días, se cumplió el mes y la respuesta siempre era la misma: “No hay lugar, tienen que esperar”. Tampoco hay cementerios privados en la ciudad, y los que hay en otras localidades vecinas exceden ampliamente sus posibilidades económicas, de manera que no les quedó otra que aguantar.

“Estamos un poco apretados en el cementerio. En tierra hay lugar, pero en nichos no. Tenemos disponibilidad a medida que la gente accede a la cremación”. Mercedes Salvadores Encargada del cementerio de Cipolletti

Denuncia

Creen que hubo mala praxis

La familia Salvay carga, además, con otro problema en el marco de la muerte de Mario Jesús. Es que, según cuentan, su ser querido fallecido ingresó caminando al Sanatorio Río Negro y de ahí salió en un cajón. Por el hecho, iniciaron acciones legales contra la institución médica y el cirujano que lo operó, a quien acusan de mala praxis.

Mario hijo contó: “Mi papá entró con un problema en la espalda. Tenía líquido en los pulmones. El 21 de abril lo operaron, pero lo operaron mal, había otra alternativa. El 26 tuvo un ACV. Lo volvieron a reanimar y el 29, a las 10:49, falleció en terapia intensiva”.

Como si esta situación no fuera lo suficientemente traumática, el cuerpo de Mario pasó hasta ahora un mes en un depósito, sin poder ser sepultado.

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