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Los acusados de matar al agenciero neuquino seguirán en preventiva

Pese al pedido de la defensa, un tribunal de Impugnación confirmó la medida cautelar para dos de los acusados del homicidio de Miguel "Ruso" Auer .

Los tres acusados de asesinar al agenciero Miguel "Ruso" Auer seguirán en prisión preventiva hasta mayo. Así lo determinó un tribunal de Impugnación para dos de ellos; mientras que al tercero le habían dictado seis meses de entrada. Cabe indicar que estos últimos dos fueron detenidos en Mendoza.

En una audiencia realizada la semana pasada, la defensa de Jorge Sosa y Jorge Falconi volvieron a insistir frente a un tribunal de Impugnación que se revoque la prisión preventiva para sus defendidos, que fue dictada en diciembre por otros cinco meses, hasta mayo.

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Ambos están acusados como coautores del delito de homicidio en ocasión de robo, junto a A Gabriel Castro Herrera (62), quien fue detenido en Neuquén y le formularon cargos unos días antes que sus cómplices.

En este sentido, la pena en expectativa (de más de 13 años de prisión efectiva), la premeditación en el hecho y fundamentalmente que luego del hecho ambos imputados dieron de alta nuevas líneas de celular, se alejaron de Neuquén trasladándose juntos a Buenos Aires y luego a Mendoza donde finalmente fueron detenidos fueron los argumentos de la fiscalía para sostener que están vigentes los riesgos de fuga y entorpecimiento.

Tras escuchar a las partes, el tribunal de impugnación integrado por los jueces Richard Trincheri, Federico Sommer y Nazareno Eulogio, entendió por unanimidad acreditados los riesgos procesales invocados y confirmó la extensión de la preventiva para ambos.

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Cabe recordar que, de acuerdo a la teoría de la fiscal, el crimen sucedió el 24 de octubre de 2022, aproximadamente a las 12.30, aunque la víctima murió 11 días después, en el hospital Castro Rendón. El ataque ocurrió en una oficina ubicada Diagonal 9 de Julio 43, en pleno centro neuquino, donde trabajaba el agenciero y en donde se realizaban operaciones de cambio de dinero. Con esa excusa, Castro Herrera lo había contactado, pero el día de la cita cayó con Sosa y Falconi, sin ninguna intención de intercambiar dinero, sino de robarle.

Castro Herrera tocó la puerta, Sosa aguardaba con un arma de fuego en su poder y Falconi con un inhibidor de alarmas. Cuando el Ruso Auer abrió la puerta, se dio cuenta de la situación y atinó a desenfundar el arma que llevaba en la cintura. Pero Sosa no le dio tiempo. Efectuó dos rápidos disparos que lo hirieron gravemente. Once días después, murió en el hospital.

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