Ingenio cipoleño para obtener energía limpia
Una firma local desarrolló un tanque especial para generar biogás.
El tanque tiene capacidad para unos 5,6 millones de litros. Se testeó con agua del canal, que luego volvió a su origen.
Valicenti destacó la inclusión de la firma en el proyecto internacional.
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Para ponerlo a prueba, no tuvieron que utilizar desechos. Pidieron permiso al Consorcio de Riego y se proveyeron de un canal. Luego, terminaron de llenar el tanque con aire a presión que simuló el biogás acumulado, le colocaron una lona y evaluaron la estructura.
"Seremos proveedores exclusivos en el mundo. Es una pieza de un engranaje más grande que lleva turbinas, cañerías y otros elementos para generar biogás". Ignacio Valicenti. Ingeniero civil de Hidrofrac de El Fortín Construcciones
Como los resultados fueron alentadores, el paso siguiente de El Fortín será abrirse paso en el mundo con otros tanques para responder a la demanda de energía y suelos de baja capacidad productiva. La firma cipoleña no piensa generar biogás por sí misma, el digestor que armaron y patentarán cuando terminen de pulirlo será una pieza clave en el engranaje de Biotec, una empresa líder de Bélgica que gestiona materia orgánica (carbono y nutrientes) en Argentina, Colombia, Honduras, Perú, Malasia, Nigeria, Ghana e Indonesia.
El Fortín Construcciones desarrolló un biodigestor que transforma los desechos orgánicos en combustible.
Biotec usa materia orgánica para convertirla en insumos industriales, energéticos y agrícolas, sin provocar un impacto en el ambiente.
A fines de febrero, un español, un colombiano y un belga, todos representantes de Biotec, llegaron a esta ciudad para participar del montaje del tanque y las pruebas estructurales que coordinó el ingeniero civil Ignacio Valicenti.
En diálogo con LM Cipolletti, Valicenti comentó que las pruebas fueron positivas, por lo que el próximo paso será fabricar otros contenedores para la generación de biogás, donde Biotec lo precise. "Seremos proveedores exclusivos de estos tanques en el mundo. Hoy tenemos un acuerdo de partes", afirmó. Precisó que, antes de dar con estos tanques, Biotec recurría a otro tipo de tecnologías o hacían piletas excavadas, donde gestionaba la materia orgánica. La ventaja de estos prototipos -fabricados en Cipolletti- es que se montan en tan sólo dos días, sobre el terreno.
"Es una pieza de un engranaje más grande que lleva turbinas, cañerías y otros elementos para generar biogás", detalló el profesional y coordinador general de Hidrofrac, una subdivisión de El Fortín.
El digestor cipoleño puede ser viable para toda aquella actividad que genere grandes cantidades residuales de materia orgánica, como las jugueras, la industria azucarera o, aceiteras de palma o las papeleras.
"Mientras tengas cómo alimentar el biodigestor (sinónimo de "motor biológico"), cualquier lugar es posible. También depende de la distancia de acarreo de ese material, si es redituable", advirtió el ingeniero.
En el mapa de las industrias que cuidan el planeta
"Lo que tenemos enfrente es el primer prototipo para generar biogás", indicó el ingeniero Ignacio Valicenti. El emprendedor se refirió a la iniciativa con mucho orgullo porque, entre otras alternativas, Biotec eligió a El Fortín Construcciones como su proveedor en el mundo.
Además, manifestó que "el hecho de participar de una alternativa ecológica, como la generación de biogás, no es una cuestión menor", y resaltó el hallazgo de utilizar y adaptar un producto en uso para otro fin.
Todos los desechos que se guardan en el digestor pueden ser aprovechados para generar gas y electricidad, abastecer el propio consumo de energía, ser utilizados como abono y para el riego de los suelos con agua enriquecida.
"Este tipo de proyectos en otras partes del mundo sirven para abastecer a la misma actividad o industria que genera el desecho; y si no lo consumen, pueden venderlo. En Alemania funciona así, los mismos productores le venden el gas que producen al Estado, por lo que la energía no depende al cien por cien de recursos no renovables. Acá estamos años luz de eso, pero ocurre", concluyó.
¿Podría emplearse en el Alto Valle?
Según el ingeniero Ignacio Valicenti, habría que analizar el poder de generación de biogás que puede tener el orujo, como residuo agroindustrial ligado a las jugueras de la zona: si se cuenta con grandes cantidades y en qué períodos, ya que la materia orgánica en descomposición tiene un ciclo que hay que respetar para generar energía renovable (gas y electricidad); y si el acarreo desde el lugar donde se genera el residuo hasta el sitio de disposición final es provechoso. El diseño del biodigestor, de igual forma, es un paso adelante para la generación de energía.
El enorme poder energético de los desperdicios
La Secretaría de Ambiente de Provincia sumó a los municipios del Alto Valle a un proyecto para convertir su basura en energía eléctrica, como un segundo paso del plan de manejo de residuos que comenzaría con un centro regional de clasificación de basura.
Andrea Confini, secretaria de Energía Eléctrica, confió que el aprovechamiento energético de los residuos es la posibilidad que más aceptación ha tenido en las primeras conversaciones, ante la sorpresa de los intendentes por la capacidad de generación eléctrica que duerme en los basurales.
"Si se aprovechan los 150.000 a 200.000 toneladas de residuos que se generan al año en la región, se podrían producir 30 megas de electricidad, lo que equivale al consumo eléctrico de Allen", ejemplificó la funcionaria provincial.
Actualmente, Cipolletti, Allen Cinco Saltos, Cordero, Oro y Campo Grande analizan cómo unificar sus basurales.
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