Familia chorra atemoriza al barrio Labraña

Un vecino del barrio Labraña denunció que está siendo blanco de una peligrosa familia integrada por delincuentes con un amplio historial.

Aseguran que vivir allí se vuelve una odisea porque no sabés qué te puede pasar cuando salís, y más si personas tan pesadas te la tienen junada.

En esta oportunidad, un hombre mayor de edad denunció ante la Policía que le habían baleado el auto el domingo por la noche. Personal de la Comisaría Cuarta trabajó en el lugar para recolectar información respecto de los proyectiles que efectivamente impactaron contra el vehículo. Mientras que también se le dio intervención a la fiscalía de turno. Hay sospechosos a los que se los investiga por abuso de armas.

La víctima de la balacera aseguró, en su declaración, que sale todos los días de su casa para ir a trabajar, dejando a sus familiares solos, lo que le genera mucho temor.

Además, explicó que venían experimentando inconvenientes con sus vecinos desde hacía ya mucho tiempo, aunque por el momento “la convivencia se venía sosteniendo”.

Pese a intentar mantener la paz, lo del domingo ya rebalsó el vaso. Ni bien se dio cuenta de que le habían baleado el auto, salió rumbo a la comisaría y radicó inmediatamente la denuncia.

Luego de las tareas pertinentes del caso, el Gabinete de Criminalística evaluaba el calibre del arma que se usó, mientras que la Fiscalía, junto con efectivos policiales de la Cuarta, trabajaban en torno de la investigación.

En el Labraña todos saben de quiénes se trata. Resulta que la familia es muy conflictiva y muchos de sus integrantes andan armados todo el día, generando disturbios, amenazando a diestra y siniestra y robando incluso dentro del mismo barrio.

Las denuncias, sin embargo, no siempre se hacen teniendo en cuenta que tal como ellos conocen a los delincuentes, los delincuentes los conocen a ellos, y temen represalias.

Las guerras entre los vecinos

A los hechos delictivos que se expanden por todo el territorio cipoleño ahora hay que sumar las constantes guerras entre vecinos, que muchas veces terminan de manera violenta. Resolver los problemas a los tiros es algo cada vez más habitual, y Cipolletti ya tuvo que lamentar víctimas fatales. La gran mayoría de estos casos no se denuncian porque, al conocerse uno con el otro, la venganza puede ser terrible. Pero la gran cantidad de armas circulando por las calles de la ciudad y las pocas pulgas de muchos vecinos generan miedo en los barrios más populares.