El número representa alrededor del 20 por ciento, sobre la 44 mil viviendas que en total fueron entregadas por el IPPV en 60 años de vida. De ellas, 25 mil ya fueron escrituradas y canceladas.
Por esa situación, desde fines de 2018 en adelante, el IPPV aplicará una nueva metodología de pago de las cuotas. Ahora, la cancelación de una vivienda dependerá de los sueldos que perciba la familia. Es decir, los beneficiarios tendrán que pagar el 20 por ciento de lo que declaren como ingreso familiar. Con esto, expresó Barragán, se tiene en cuenta la capacidad económica de cada uno.
“Hay que sincerar la cuota para todos, que haya recupero financiero y no se castigue a las familias”, sintetizó el funcionario provincial.
Antes, la cuota era la misma para todos, partía del valor de la vivienda, se prorrateaba en 30 años y se actualizaba con un índice del 3 por ciento anual de interés.
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Según aseguró Barragán, el cambio en la modalidad de pago ya fue establecido por contrato en muchos acuerdos, de modo que todas las viviendas que entregará el IPPV en el corto plazo se harán con ese compromiso de pago. No importa si la casa es parte de un programa nacional o provincial. Ya tiene vigencia el índice sueldos para liquidar las cuotas; y ni siquiera así el IPPV dice que se acercará a los valores de una casa que se vende o se alquila en el mercado inmobiliario.
“Hoy no pagás ni un alquiler con el 20 por ciento de tu sueldo, eso es lo que hay que visualizar”, aseguró el funcionario provincial.
Es esperable que el recupero financiero que tenga a partir de ahora el Instituto mejore, ya que antes de la aplicación de este cambio en la metodología de pago, Barragán advirtió que el grueso de las cuotas a pagar se desvanecía.
Los planes en marcha
El IPPV está enfocado en la terminación de más de 3300 casas para este año, repartidas en distintas localidades, muchas de las cuales -2552 unidades- corresponden al programa Techo Digno.
Después están los programas provinciales como Camino a Casa, Habitar Río Negro y Casa Propia, que se llevan a cabo con dinero del recupero financiero y en un esfuerzo conjunto con los municipio y las cooperativas para casos de extrema necesidad, sobre todo en la Línea Sur. En total, rondan las 270 unidades habitacionales.
Por parte del gobierno nacional, en tanto, no hay proyectos de nuevas viviendas en Río Negro.
Un enorme desfasaje entre costo y recupero
Durante todo 2018, el recupero financiero que tuvo el IPPV fue de 120 millones de pesos. La cifra superó a la del año anterior. Por un lado, Jorge Barragán comentó que el organismo fomentó los incentivos para que los beneficiarios se pongan al día; y por otro, incorporaron nuevas viviendas a la bolsa de recupero con valores actualizados que levantaron la cuota y el monto recibido.
No obstante, es imposible tener un recupero más o menos proporcional a la inversión en viviendas, pues los costos de la construcción se fueron por las nubes. Por dar un ejemplo, el funcionario provincial recordó que una unidad habitacional construida en 2016 que costaba alrededor de 746 mil pesos hoy sale casi el doble: 1.480.000 pesos. Es decir que con fondos propios surgidos del cobro de cuotas, el IPPV sólo podría construir unas 81 casas por año en toda la provincia. La brecha se agranda con cada punto que sube la inflación.
“Esto pasa porque no hay actualizaciones –de obra- consolidadas y el desfasaje económico que hay lo está cubriendo el gobierno provincial con los fondos Fonavi (Fondo Nacional de la Vivienda) que se nutre del impuesto a los combustibles líquidos”, advirtió el funcionario.
Como el dinero que se recupera no permite desarrollar nuevos barrios, el funcionario se destina a obras complementarias. Según aseguró Barragán, con los fondos que surgen de las hipotecas se están haciendo salones comunitarios y otras obras complementarias, además de casas para cubrir necesidades muy puntuales.