El asesino que vivía en la casa de su víctima sigue preso

Todavía sorprendido por la detención en la casa de la víctima, el asesino Mario Gabriel Ruminot buscó una posible excarcelación a través de su abogado defensor pero se encontró con una nueva negativa.

Ruminot, oriundo de Neuquén capital, fue condenado el 10 de diciembre de 2018 a casi 13 años de prisión por el homicidio del cipoleño Miguel Ángel Contreras. El hombre, debido a que la sentencia no se encontraba firme, permanecía en libertad y recién semanas atrás fue apresado cuando el Superior Tribunal de Justicia de la provincia (STJ) confirmó la denegatoria a un recurso de queja.

En ese marco, el detenido hizo un intento porque se revisara la situación y durante esta semana se llevó a cabo una nueva audiencia ante el juez Guillermo Baquero Lazcano, quien confirmó la preventiva y echó por tierra las esperanzas de Ruminot.

Lo particular del hombre que vivía en el barrio San Lorenzo de Neuquén capital es que durante el proceso en su contra y mientras se encontraba en libertad, no dudó en instalarse en la casa de la víctima, en el barrio Brentana, explicaron fuentes policiales. En ese lugar, la Brigada de Investigaciones de Cipolletti avanzó con su aprehensión cuando se conoció el rechazo del STJ al recurso de queja.

Durante la investigación del crimen de Cárdenas, el Ministerio Público Fiscal pudo determinar que el hecho se vinculó de forma directa con la propiedad ubicada en González Larrosa al 1200. Hasta ese lugar fue Ruminot, quien sin mediar palabra le disparó a Contreras con un arma de fuego calibre 22.

La Policía hizo un paciente trabajo y consiguió avanzar con la detención de Ruminot y un hermano en Neuquén capital. Ambos fueron llevados a juicio y solo se consiguió probar la autoría de Mario Ruminot. Al hermano se le atribuía una complicidad pero los elementos incriminatorios no fueron suficientes y se vio beneficiado con la absolución.

Ruminot deberá cumplir la pena

A Mario Ruminot ya casi no le quedan instancias para recurrir debido a que, con anterioridad, un tribunal de impugnación confirmó la condena de 12 años y 8 meses impuesta por los jueces cipoleños Julio Sueldo, César Gutiérrez Elcaraz y Sonia Martín.

Luego, su defensor insistió ante el STJ con un recurso de queja.