Regino, el guardián de la plaza: "mirá a tu alrededor, es un desastre"
Hace 17 años que Regino cuida la plaza Mujeres Cipoleñas en el barrio El Manzanar. Hoy, no fue un día más para él.
El temporal golpeó fuerte en Cipolletti, pero en el corazón del barrio El Manzanar, donde la plaza Mujeres Cipoleñas se planta con su historia y su verde, el viento dejó huellas que duelen. Este espacio, que fue testigo de incontables momentos de la comunidad, sufrió con la intensidad de un fenómeno que afectó a toda la región.
A pesar de que el viento es una constante de la Patagonia, la magnitud de la tormenta de anoche sorprendió a todos. Para Regino, el placero que desde hace 17 años cuida cada rincón de la plaza, la imagen que encontró al llegar esta mañana, fue un golpe al alma.
Te puede interesar...
"Llegué a la mañana, me encontré con todo esto. Un desastre", cuenta con resignación. El lugar que todos los días riega, limpia y mantiene quedó irreconocible con árboles caídos y ramas esparcidas. El espacio, que antes respiraba tranquilidad y frescura, se vio transformado en un caos natural que afectó no solo la estructura, sino también el espíritu del lugar.
"Te imaginas vos, todos los días estaba poniéndole ganas a esto y después llegás y te encontrás con todo este despelote", dice mientras recorre con la mirada cada rincón del espacio. No es la primera vez que le toca enfrentar una tormenta así, pero admite que esta vez fue diferente. "En 2014 tuvimos un temporal fuerte, pero este fue mucho más grande", recuerda.
La magnitud del viento fue tal que las ráfagas alcanzaron los 105 km/h. Este fenómeno climático, que afectó no solo la ciudad sino también toda la región del Alto Valle, dejó daños importantes en la infraestructura y la vegetación de la zona.
Uno de los árboles que cayó tenía 27 años. "Me dijo el vecino de la esquina que lo plantó él. El resto de los árboles tienen más o menos 12 años", lamenta Regino, consciente de que cada tronco que ahora está en el suelo era parte de la identidad del barrio, testigos de juegos de niños, tardes de mates y encuentros de los cipoleños.
El viento, aunque destructivo, también fue un recordatorio de la fuerza imparable de la naturaleza. A pesar del daño, Regino no se deja vencer. Sabe que la naturaleza es implacable y que no queda otra que seguir. "Contra la naturaleza no hay nada que hacer, así que hay que tomarlo con tranquilidad y seguir para adelante", reflexiona, con una calma que solo alguien que lleva años observando el comportamiento de la plaza puede tener.
Ahora, espera la llegada de la cuadrilla municipal, encargada de retirar los restos de los árboles caídos y restaurar el lugar. "Después yo me encargo de limpiar la plaza, mantener, regar, como siempre. Ese es el trabajo que hago yo", afirma con la misma dedicación de siempre. La cuadrilla, compuesta por varios trabajadores municipales, se encarga de retirar lo que el viento dejó atrás.
Leé más
"Lo estábamos esperando": el regreso del Tren del Valle entusiasma a los cipoleños
Rodrigo Buteler encabezó la marcha blanca del Tren del Valle
Noticias relacionadas
Dejá tu comentario