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Cierran una toma con paredón, portones y candados

En La Cascada tienen miedo de los robos y que se meta más gente al asentamiento. Además, quieren limitar la circulación por el coronavirus.

En la toma La Cascada siguen extremando las medidas de seguridad para hacer frente al delito y al peligro de expansión del coronavirus. También temen que se amplíe el asentamiento con nuevas ocupaciones del predio. Ahora, prácticamente han avanzado en la fortificación de su principal acceso, donde levantaron un paredón e instalaron dos portones, uno para la circulación de camiones y el otro para el tránsito de vecinos en general.

Los pobladores ya había contratado, semanas atrás, un grupo de guardias para recorrer las calles del asentamiento, además de instalar cámaras de vigilancia en lugares estratégicos. Antes, poco después de iniciada la cuarentena por la pandemia, pusieron una tranquera y un candado para impedir que pobladores de otros lugares de Cipolletti puedan entrar al lugar y propiciar contagios.

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Ahora, la comisión vecinal decidió dar nuevos pasos en su labor de mantener aislado y protegido al sector poblacional y dar más tranquilidad a sus habitantes. Para ello, ya han construido un paredón en el denominado sector A del barrio, donde se encuentra el ingreso central. La obra se espera que disuada a todo aquel que quiera acceder a la comunidad sin permiso y con propósitos reñidos con la seguridad y la paz del sector.

La toma La Cascada surgió en 2018 y es reconocida por el gobierno nacional como un barrio popular a urbanizar.

El asentamiento, ahora, es un barrio cerrado. Tanto el portón para camiones como el más chico para los vecinos tienen llave, nadie puede entrar a La Cascada sin tener una copia. Los vecinos tuvieron que entregarle copia de la llave a Fiscalía local y a la Policía, para que puedan entrar al lugar.

El dirigente Víctor Nahuelpan, integrante de la vecinal, destacó que las medidas de seguridad han sido adoptadas con el respaldo de un centenar de familias y estarán en vigencia mientras resulte necesario para la población. Enfatizó que los habitantes quieren llevar adelante una vida lo más tranquila posible, en un momento difícil para el país y la región.

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