Un cipoleño seguirá preso por ser un abusador serial

Gustavo Arroyo
Distintas organizaciones sociales de la región y también familiares de víctimas de abusos sexuales no están muy alejados de la realidad cuando alertan sobre la reincidencia de los condenados por este tipo de hechos y de la necesidad de dictarles altas penas de prisión efectiva o, en su defecto, promover herramientas que favorezcan su control permanente.

La situación del abusador serial pone sobre el tapete los reclamos de las organizaciones para que se apliquen penas más duras.

Hace pocos días, un cipoleño detenido en Allen puso sobre el tapete el tema de la reincidencia debido a que se trata de una persona que tiene una condena por estupro, será juzgada en noviembre por abuso sexual agravado y la semana pasada fue procesada por corrupción de menores. En pocas palabras, el hombre recapturado por la Brigada de Investigaciones de Cipolletti es un abusador serial y recién ahora, por una decisión del titular del Juzgado de Instrucción 4, Santiago Márquez Gauna, quedó tras las rejas.

Para tranquilidad de la comunidad, el depravado seguirá encarcelado porque una apelación interpuesta ante la Cámara Segunda fue rechazada. De igual modo, el hombre de 59 años, que tiene entre sus antecedentes una condena de 6 años por estupro y un procesamiento firme por abuso sexual agravado, permanecía en libertad y luego de violar varias pautas de conducta se dispuso su detención.

El último hecho aberrante que se le imputa es corrupción de menores; las víctimas son nietos de una ex pareja. De acuerdo con la etapa instructoria, los abusos fueron cometidos en la vivienda de la abuela de los niños, una nena y un varón, y ambos habían sido amenazados para que no contaran nada.

Más allá de que la detención se concretó días atrás, los sometimientos sexuales sucedieron a fines de 2014, en una vivienda del paraje El 30. El auto de procesamiento puntualizó que el abusador aprovechaba la ausencia de los progenitores de los niños para realizar “una serie indeterminada y reiterada de actos sexuales lascivos y prematuros, los cuales sucedían en el dormitorio de la casa y otras en el galpón ubicado afuera de la vivienda”. En la última audiencia donde se trató la apelación, la fiscalía hizo hincapié en el peligro de fuga y en los múltiples antecedentes del detenido. “El hombre fue condenado por estupro agravado por el vínculo a la pena de 6 años de prisión y agotó esa condena en 2007, es decir que hasta el 2015 el antecedente es válido. Por otro lado está a las puertas de un nuevo juicio en la Cámara Primera”, precisó la parte acusadora.

Antecedentes
Varios hechos “gravísimos” y “aberrantes”

Con la asistencia de una defensora oficial, el detenido participó de la audiencia realizada en la Cámara en lo Criminal Segunda de Cipolletti y escuchó los argumentos de los jueces, que estuvieron en sintonía con lo manifestado por la fiscalía. “El imputado registra antecedentes penales computables conforme verificación obrante en la causa. Tiene condena por delitos sexuales de cumplimiento efectivo ya agotada. Y está a la espera de un juicio por delitos de igual naturaleza en la Cámara Primera. Sumo a ello el alto grado de probabilidad de que en esta causa va a ser condenado por hechos gravísimos en los que hay dos víctimas, una niña y un niño, que habrían sido sometidos sexualmente en un número indeterminado de veces. Más allá de lo aberrante de todos estos hechos y sin desconocer los derechos del imputado, la prisión preventiva no se ha dictado por su condición de pobre, sino por la grave acusación que pesa sobre su persona y porque el juez de instrucción evaluó que había peligro de fuga”, enfatizó el camarista Guillermo Baquero Lazcano.