Temor en Cipolletti por la amenaza de cierre de Garbarino
La empresa cerró varias sucursales en el país según informaron este viernes. En Cipolletti el salón de ventas estuvo con persianas bajas, pero el lunes retomarían la atención con horario reducido
La crisis en la empresa de venta de electrodomésticos Garbarino pone en peligro miles de puestos de trabajo en todo el país, y Cipolletti no es la excepción. Tras conocerse el cierre de varias sucursales, los empleados cipoleños pudieron contactarse con uno de los apoderados y garantizar la atención en la ciudad pero con horario reducido. La firma aún adeuda el pago de tres meses de sueldos.
El dueño de Garbarino estaba a punto de firmar la venta de la empresa pero a último momento rechazó la oferta del posible comprador y la situación se agravó. Según se conoció, la firma propiedad de Carlos Rosales rechazó la propuesta que ofreció Facundo Prado, titular de Supercanal Arlink de telecomunicaciones y abrió la negociación con otros oferentes. Pero la falta de acuerdo agravó la situación y varias de las sucursales ya cerraron sus puertas y los empleados se dieron por despedidos al no cobrar sus salarios.
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La empresa de electrónica más grande de Argentina tiene una deuda actual de 4629 millones de pesos y un plantel de trabajadores que asciende a 3800 personas.
En el caso de la sucursal cipoleña ubicada sobre calle Brentana es, por suerte, un poco más alentador que en el resto del país. En el local trabajan 9 empleados y el lunes pasado recibieron la noticia de que la casa de ventas cerraba. Ese día bajaron las persianas y se resignaron. Pero dos días después recibieron el llamado de uno de los apoderados para llegar a un acuerdo, abrir el local y garantizar los puestos de trabajo.
“Uno de los apoderados de la empresa llamó hace días y manifestó que iban a cerrar la sucursal, por eso esta semana no abrieron la atención al público. Pero lograron acordar la reapertura desde el lunes con horario reducido, en vez de trabajar ocho horas lo harán cuatro y con promesa de pago de los salarios atrasados”, comentó a LM Cipolletti Luis Torres, del gremio de Empleados de Comercio.
Contó que desde la empresa dijeron que tomaron la decisión de cerrar varias sucursales porque detectaron que los empleados se estaban llevando la mercadería. Pero en Cipolletti esto no fue así, por eso se pudo acordar.
“En Cipolletti por la emergencia sanitaria se estaba trabajando por burbujas, una semana 4 personas y la otro el resto. Se acordó seguir trabajando con burbujas y la mitad del día hasta que se solucione el conflicto demostrando la buena predisposición de los trabajadores que quieren mantener la fuente de empleo. Lo único que piden es cobrar sus salarios”, remarcó Torres.
Según detalló, en Cipolletti los empleados cobraron por el mes de abril entre 16 y 20 mil pesos, por el mes de mayo, que cobraron el 5 de junio, sólo el Repro de Nación, y de junio aún no cobran nada.
“Se va a garantizar la apertura y la seguridad de los puestos de trabajo, pero si no hay respuestas sobres los sueldos tendremos que acudir a la justicia. El lunes veremos qué hacer en conjunto”, manifestó Torres.
Juan Morrinson, secretario general del gremio, explicó que varias de las sucursales del país cerraron porque muchos empleados enviaron cartas documentos porque ante la falta de pago se dieron por despedidos, pero que esa situación fue distinta en Cipolletti, y por eso se podrá mantener el negocio abierto.
"Tenemos esperanzas de que la empresa se pueda vender, mantener las sucursales y los puestos de trabajo. La situación es grave y los empleados resisten porque no tienen otra opción", comentó.
Agregó que esta situación producto de la crisis económica está comenzando a repetirse en otras firmas comerciales.
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