Se triplicó en Río Negro el uso de tobilleras electrónicas

Nueve de cada diez presos que llevan una pulsera o tobillera electrónica son hombres. Las mujeres procesadas o condenadas que acceden a este dispositivo son apenas 20, sobre 185 varones monitoreados en el último año.

El dato guarda estricta relación con la cantidad de reclusos en la provincia, de donde surge que el número de hombres que delinquen es significativamente mayor al de mujeres.

La entrega de estos dispositivos fue creciendo año tras año, tanto que al cierre de 2019 se triplicó la cantidad de reclusos monitoreados con pulseras y tobilleras electrónicas, en la provincia. En 2016, personal de Seguridad monitoreaba a 66 presos; y el año pasado eran 205 los vigilados por sistema en toda la provincia. De ese total, en Cipolletti, hay 37 condenados y 11 procesados que accedieron a ese beneficio por disposición judicial, durante 2019. Viedma y Roca concentran la mayor cantidad.

En tanto, en la comparativa con 2018, cuando el sistema monitoreaba a 135 personas, la entrega de dispositivos creció un 50%.

Los datos fueron proporcionados por la secretaría de Seguridad y Justicia, conducida por Betiana Minor, quien en diálogo con LM Cipolletti expresó: "Las personas que están condenadas acceden a ciertos beneficios como morigeración de la pena, bajo la supervisión de un monitoreo. El objetivo es saber dónde se encuentran, por ejemplo, en ocasión de un salida laboral o transitoria. Si el número se ha incrementado, es porque también aumentan los delitos, las condenas, las causas judiciales". Aclaró que el criterio para otorgar estos dispositivos depende del Poder Judicial. "Nosotros cumplimos con la orden de colocarlos", acotó.

Según las estadísticas oficiales, hay más condenados (154) que procesados (51) con pulseras o tobilleras electrónicas, y eso tiene su lógica porque después de un tiempo de cumplir una condena, pueden acceder a ciertos beneficios; y los riesgos procesales se han minimizado.

Minor aseguró que la implementación de este dispositivo como alternativa para la vigilancia de los presos no tiene nada que ver con la superpoblación de las cárceles. "No guarda relación con eso. Es una herramienta más que otorga la Justicia para morigerar la pena", expresó.

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