Le ordenaron cambiar el escape libre de su moto o será castigado

Un motociclista deberá retirar el caño de escape libre que le puso a su moto y reemplazarlo por uno reglamentario. El molesto estrépito que provocaba su máquina cansó a un vecino, quien formalizó una denuncia en la Subcomisaría 64 de Coronel Belisle, donde ocurrieron los hechos.

La presentación generó el inicio de una causa contravencional, dado que se consideró que el conductor cometió una falta prevista en el Artículo 49 del Código Contravencional rionegrino, que sanciona a quien comete “Perturbación a la convivencia pública”.

El expediente fue elevado al Juzgado de Paz local, desde donde convocaron al imputado -identificado con las siglas PXE- para que brinde su versión y ofrezca un descargo.

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El ingreso a Belisle, donde ocurrió el caso por los ruidos molestos de un motociclista.

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Sin embargo el hombre reconoció la infracción al manifestar que efectivamente conducía una moto que tenía el caño de escape modificado y aceptaba su culpa.

El responsable de la dependencia judicial sostuvo que el motociclista merece una sanción “cuya graduación debe tener especialmente en cuenta la gravedad del hecho reprochado, ya sea su modalidad de comisión, como por el grado de lesión o de efectiva puesta en peligro a derechos de terceros”.

En su resolución, definió debía efectuar una “reparación integral del perjuicio” y le ordenó cambiar el accesorio por uno reglamentario.

La medida busca “evitar futuras infracciones y para hacerle notar la gravedad de su falta y las consecuencias negativas para sí, su entorno afectivo, su familia y la sociedad en general”.

Juzgado de Paz Belisle

El Juzgado de Paz de la localidad de Belisle dispuso las medidas tras la denuncia por ruidos molestos presentada por un vecino.

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Además le advirtió que en caso de reincidir y cometer nuevamente hechos similares, lo castigarán de acuerdo a lo previsto por el Código Contravencional, contenido en la Ley 5592/22.

El Artículo 49 de esa norma penaliza a quien perturbe la convivencia de la comunidad “con ruidos de cualquier especie aparatos eléctricos, o abusando de instrumentos sonoros”, o quien no impida “el estrépito de animales, o ejerciere un oficio ruidoso, de modo y en lugar contrario a los reglamentos y ordenanzas municipales, perturbando de manera continua el reposo de las personas”.

Mientras que prevé castigos que van desde la amonestación hasta el arresto, pasando por la prohibición de acudir a determinados lugares; acatar instrucción especial; advertencia de no ofender; reparación del daño causado; trabajo comunitario en tiempo libre; abordaje interdisciplinario; multa; inhabilitación; decomiso y clausura, en los casos que correspondiera.

Una moda molesta que afecta la salud

Andar en vehículos con caños de escapes libres o regulados para que los motores produzcan fuertes explosiones se ha convertido en una molesta moda que causa perjuicios al sistema auditivo como también afecta a las personas con trastornos del espectro autista.

En muchos municipios del país se aprobaron reglamentaciones para controlar los niveles de ruido de los rodados con multas y otras penalidades. La de mayor impacto es la destrucción de los accesorios en actos públicos en los que máquinas viales los destruyen pasándolos por arriba.

En Cipolletti está en vigencia una ordenanza -la 491/23- que castiga a ese tipo de irregularidades, por lo que secuestran dispositivos alterados cuando son interceptados en controles de tránsito.

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En Cipolletti como en otras ciudades del Alto Valle, el municipio dispuso la destrucción de caños de escapes ruidosos sacados de circulación.

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A mediados del mes pasado se realizó un operativo en el que se eliminaron más de 100 unidades y el intendente Rodrigo Buteler, que participó en el masivo aplastamiento, destacó que seguirán vigilando el cumplimiento de la norma.

"¿Sabías lo que nos gusta hacer a todos los intendentes? Destruir escapes libres", declaró Buteler en esa oportunidad.

"Dame una señal clara de que no queremos ruidos molestos. Estamos hartos de las motitos con escapes libres que molestan a los adultos mayores, a los niños, personas con discapacidad. Acá estamos destruyendo más de 100. Algunos valen más de un millón de pesos, así que les advertimos: nada de escapes libres en la ciudad", advirtió el jefe comunal cipoleño.