Bariloche: secuestran más armas en la casa de la que robaron el arsenal

El Ministerio Público Fiscal y la Policía de Río Negro allanaron el mismo domicilio del que sustrajeron el arsenal, durante la tarde del jueves, debido a que se encontró otra enorme cantidad de rifles, carabinas y fusiles que fueron secuestradas y puestas a resguardo.

Este jueves trascendió que en el asalto, los ladrones se llevaron 78 armas entre cortas y largas aunque la cifra exacta sigue siendo un misterio, debido a que el propietario de las mismas – que las tendría registradas legalmente- aún no regresó a Bariloche y la denuncia fue radicada por un familiar.

En el recuento inicial se denunciaron armas que no fueron sustraídas, motivo por el que el número podría variar una vez que el damnificado constante los faltantes.

Los delincuentes ingresaron a la habitación de una vivienda, contigua a una empresa de transporte que es propiedad de la misma familia, y se llevaron el arsenal, proyectiles y una caja de seguridad con un monto millonario de dinero en efectivo, entre dólares, euros, libras y pesos chilenos.

Huyeron a bordo de una camioneta Renault Oroch que es propiedad de un conocido de la familia y que pidió permiso para estacionarla allí por falta de espacio. Estaba con las llaves colocadas.

Los investigadores trabajan para tratar de recuperar el armamento y para ello se dispusieron distintas medidas judiciales que comenzaron a ejecutarse este jueves.

El objetivo del Ministerio Público Fiscal es, además, procurar poner en resguardo todo el armamento que no se llevaron los delincuentes. Para ello gestionaron un sitio seguro y las trasladaron, bajo estrictas medidas de seguridad.

Robo de armas de fuego a un cazador

De acuerdo a los datos que trascendieron, el damnificado es coleccionista y cazador. En el lugar del que sustrajeron las armas había millones de proyectiles de distintos tipos y calibres, muchos de los cuales fueron sustraídos pero otros quedaron en el lugar.

Se cree que los autores conocían el sitio y sabían de la existencia de ese arsenal. La puerta de la habitación estaba oculta detrás de un mueble, aunque ello no fue obstáculo para los maleantes, que ingresaron sin dificultad.

La “habitación de las armas” no contaba con medidas de seguridad, a pesar de que la normativa vigente exige ciertos recaudos para el almacenamiento que deberían ser controlados por la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC), a partir de la inscripción del armamento.

La puerta de la habitación estaba oculta detrás de un mueble, que podía moverse sin demasiado esfuerzo físico.