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Ni los puntazos frenaron a un policía héroe tras robo

Un subcomisario, de civil, persiguió a un delincuente y lo atrapó.

Gustavo Arroyo

Un importante número de mujeres y hombres honran el uniforme policial con un gran compromiso. En la mayoría de los casos, las acciones heroicas pasan desapercibidas y ganan trascendencia otros hechos, que los ubican en el centro de polémicas y reclamos. Por esta razón, hay que rescatar una persecución y posterior detención de un peligroso delincuente por parte del segundo jefe de la Comisaría Cuarta de Cipolletti. El subcomisario Fabián Alejandro Fernández no sólo intervino estando fuera de servicio, sino que puso en riesgo su vida para atrapar a un hombre que golpeó y arrastró a una vecina por una cartera en el barrio Rosauer.

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El delincuente atrapado tiene domicilio en el barrio Cordón Colón de Neuquén capital y estuvo preso en la Unidad 11. Tiene múltiples antecedentes.

El incidente ocurrió en las últimas horas del viernes, muy cerca del cruce de las calles Urquiza y Belgrano. En el lugar, estacionó su vehículo una mujer de 74 años y en el momento que se disponía a entrarlo al garage fue sorprendida por un ladrón que quiso arrancarle un bolso. La víctima se resistió y entonces el delincuente la golpeó y la arrastró algunos metros pero no logró su objetivo y decidió ponerse en fuga. Para su escasa fortuna, en su auto particular, cruzaba por el sitio el subcomisario Fernández. "Veo que cae una señora y a un hombre, que sale corriendo. Entonces, lo sigo en el vehículo", destacó el funcionario policial a LM Cipolletti.

Eran un poco más de las 19 y debido al gran número de vehículos en las calles, Fernández prefirió bajarse de su auto y perseguir a pie al sospechoso. Decidido, fue por Belgrano, Teniente Ibáñez y finalmente Villegas, donde se le acercó identificándose como policía: la respuesta fue una andanada de estocadas con un cuchillo. Los puntazos no llegaron a destino y el ladrón pudo ganar distancia pero no fue lejos y, molesto, le arrojó el arma blanca. Tampoco dio en el blanco y Fernández, con la ayuda de personal de calle, consiguió derribarlo en la intersección de Alem y Belgrano. "Entre los tres pudimos reducirlo", apuntó Fernández.

El ladrón fue inmovilizado y quedó a disposición de la Comisaría 32º. Justamente, el jefe de la unidad, Daniel Uribe, resaltó la acción de su compañero y a la vez brindó precisiones sobre la peligrosidad del detenido, que tiene varios antecedentes por robos a mano armada y estuvo preso en una cárcel neuquina.

En tanto, la víctima del violento intento de robo se recuperaba ayer en su vivienda debido a que sufrió golpes en los brazos y piernas al ser arrastrada por el ladrón.

Un trabajo de muchas horas y gran riesgo

A diario, los policías cumplen con agotadoras jornadas de trabajo y los ratos libres con sus familias se reducen a unas pocas horas por la noche o la mañana. En tiempos en que la apatía ante un hecho delictivo en la vía pública no resulta extraña, el accionar del subcomisario Fabián Fernández merece ser resaltado más allá del incidente puntual del viernes y puesto como ejemplo por la entrega y el grado de profesionalismo.

El funcionario policial persiguió al delincuente y puso en riesgo su vida porque se encontraba vestido de civil, no llevaba ningún tipo de chaleco que lo pudiera proteger ante los puntazos.

Tras la persecución y captura del ladrón, recién entonces pudo seguir su vida normal, yendo a buscar a una de sus hijas.

El segundo jefe de la Comisaría Cuarta cumple hoy 21 años en la fuerza policial rionegrina y su carrera la desarrolló en distintas unidades. En los últimos años permaneció en Cipolletti.
A principios de febrero, también Fernández encabezó un exitoso despliegue que permitió la detención de un hombre ligado a un asalto a una familia del barrio Los Tordos.

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