Los planetaristas en guerra por el mercado cipoleño

En vez de apoyarse lo local y regional, se termina privilegiando lo que viene de más lejos, aun cuando su calidad pueda ser, al menos, discutible. Esto sintió el titular del Planetario Digital Móvil Wenu Mapu, Denis Martínez, cipoleño y también principal impulsor del Observatorio Astronómico Tharsis, al momento de enterarse de que dos planetarios móviles, uno de Mar del Plata y el otro de la Ciudad de Buenos Aires, están operando activamente en Río Negro y Neuquén, con respaldo de instituciones educativas.

Y no se trata de que no exista libertad de trabajo. El enojo de Martínez tiene que ver con el hecho de que los planetaristas argentinos tienen códigos no escritos de conducta para no afectar el trabajo de los otros. El cipoleño, por ejemplo, jamás iría a una ciudad o provincia donde hay colegas ofreciendo servicios. Se trata de mantener buenas relaciones y de cuidar las inversiones que cada uno ha concretado para poder exponer lo mejor sobre el cosmos, afirmó.

Por otro lado, lamentó que los foráneos parezcan tener una más fácil recepción y oportunidad de trabajar que él, que es de la región, por parte de algunas autoridades educativas. Y fue categórico: el equipamiento de los visitantes no es mejor que el que posee Wenu Mapu, que cuenta con un “ojo de pez” de tecnología más avanzada para proyecciones que las de sus competidores. Quienes, además, tienen una visión “más comercial” de la actividad y menos científica.

“Se hacen pasar por únicos y los mejores”, expresó en un posteo en la web. “Nuestro servicio es de primer nivel y de alta calidad a la hora de divulgación científica para escuelas. Apoyemos lo nuestro para seguir creciendo”, enfatizó.

2 planetarios móviles llegaron de otros puntos del país.

Uno de ellos proviene de Mar del Plata y el otro, de la ciudad de Buenos Aires. Compiten con el planetario cipoleño, que atiende a Río Negro y Neuquén.

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