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Lo que faltaba: los abollacoches, nueva moda vandálica

Vecinos del barrio Brentana denunciaron que hay jóvenes que saltan sobre autos en la madrugada.

Parece que la nueva modalidad para divertirse elegida por algunos jóvenes y adolescentes descontrolados pasa por saltar y zapatear en los techos de los autos que encuentran en su camino. Así ocurrió ayer con al menos dos vehículos estacionados en la calle Quadrini, entre Alberdi y Naciones Unidas, en el barrio Brentana. Los vehículos resultaron con abolladuras que ocasionaron la lógica bronca de los dueños y el vecindario.

El caso ocurrió la noche del lunes y fue protagonizado por tres muchachos, uno de los cuales se movilizaba en bicicleta y los otros dos a pie.

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Los autos estaban estacionados a la altura de Quadrini al 1443 y nada hacía temer que ocurriera algo fuera de lo común. Sin embargo, de pronto, el trío no encontró mejor diversión que subirse a los rodados y darse de inmediato a la tarea de saltar primero sobre un techo y luego sobre el otro, ya que los coches estaban cerca.

Los vecinos de las inmediaciones advirtieron el despropósito y empezaron a expresar su sorpresa ante lo que estaban presenciando. Así, Naiara Alonso, de 24 años y propietaria de uno los rodados, un Chevrolet Corsa, escuchó ruidos, se asomó a un balcón y pudo ver a los vándalos que ya corrían.

Enseguida bajó y le comentó lo ocurrido a su marido, quien se dispuso a impedir que siguieran dañando los vehículos. Así, salió a la calle donde, junto con gente del vecindario, se lanzó en persecución de los vándalos, aunque no pudo darles alcance. Los siguieron hasta la zona del barrio CGT, donde dieron con tres chicos con algún parecido con quienes buscaban pero que aseguraron no tener nada que ver con el asunto. Por los hechos, se dio intervención también a la Policía, que tampoco pudo ubicar a los implicados, que se perdieron en la impunidad de las sombras.

Alonso manifestó ayer que radicará una denuncia específica por los hechos y dijo que ella, su esposo y los vecinos estaban “sorprendidos” por lo que había pasado. Afirmó que el barrio Brentana suele ser “muy tranquilo” y que, por tal motivo, el daño y las abolladuras que quedaron en el techo resultó algo inesperado. Sin embargo, en adelante, por las dudas, los habitantes del sector estarán más comunicados para una mayor seguridad.

“Nunca había pasado un hecho así en nuestro barrio, que es muy tranquilo. Nos causó sorpresa a todos. Los chicos tenían unos 16 años de edad”.“Ahora con los vecinos quedamos en estar alertas todos para que cosas así no vuelvan a suceder. Mi auto quedó muy abollado y tuve que repararlo”. Naiara Alonso. Propietaria de un Corsa abollado junto con un Palio

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