Kielmasz quiso llamar la atención con una huelga pero se arrepintió

El cipoleño Claudio Kielmasz no para de interponer recursos ante los poderes judiciales provincial y federal con el objetivo de lograr algún beneficio. En los últimos días, apeló a una protesta extrema como la huelga de hambre aunque luego se arrepintió y la suspendió, destacaron fuentes judiciales.

Un habeas corpus que ya había sido rechazado en primera instancia fue analizado la semana pasada por la Cámara Federal de Apelaciones de General Roca, que coincidió con el juez inicial debido a que Kielmasz había sido notificado de que cualquier pedido debe elevarlo a la Justicia provincial de Río Negro más allá de que él permanece alojado en la cárcel de la localidad neuquina de Senillosa, en el sector que está destinado a presos bajo el cuidado del Servicio Penitenciario Federal.

El único condenado por el primer triple crimen mantiene vigente su reclamo por salidas transitorias y en su última presentación pidió volver a La Pampa, donde podía hacer actividades y tener acceso a casas de preegreso. Recordó que vino al Alto Valle solo por 20 días y que no lo volvieron a trasladar. Asimismo, describió que sufría ataques de pánico, ansiedad y angustia y que tuvo problemas con otros internos.

Por otro lado, reiteró que elevó reclamos al jefe del penal y a los responsables de módulos de actividades y que ninguno le dio una respuesta positiva.