Investigan las exhibiciones de un pervertido en Pacheco Bis
Un hombre radicó una denuncia penal y la fiscalía cipoleña intenta establecer quién es el autor. Se sospecha de una persona que vive en un colectivo.
Anoche, un hombre con domicilio en esta ciudad radicó una denuncia penal por el delito de exhibiciones obscenas. Apuntó a una de las personas que vive en el colectivo que se instaló en Cipolletti, al ingreso del barrio Pacheco Bis. Vio que un joven se bajó los pantalones y comenzó a masturbarse delante de la gente que iba pasando por el lugar.
Personal policial pudo identificar a todos los integrantes que acampan en condiciones de hacinamiento dentro del colectivo. Pero no ha podido establecer aún quién de ellos se tocaba a la vista de transeúntes ocasionales. La Justicia cipoleña ya inició una investigación para averiguarlo.
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En efecto, desde el Ministerio Público Fiscal se informó que "los trabajos se van a centrar en intentar identificar cuál de las personas que vive en el colectivo es la que habría realizado las exhibiciones obscenas". Por el hecho denunciando interviene la Fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual.
Es un delito que está tipificado en el artículo 129 del Código Penal, que dice: " Será reprimido con multa de mil a quince mil pesos el que ejecutare o hiciese ejecutar por otros actos de exhibiciones obscenas expuestas a ser vistas involuntariamente por terceros".
"Si los afectados fueren menores de 18 años, la pena será de prisión de 6 meses a 4 años. Lo mismo valdrá, con independencia de la voluntad del afectado, cuando se tratare de un menor de 13 años", concluye el artículo.
Desde la fiscalía cipoleña se aclaró que la denuncia -radicada en la Comisaría Cuarta- menciona otras situaciones que, en principio, no constituyen un delito ni corresponde a la Justicia investigarlas. El denunciante suele pasar por el lugar y en otras oportunidades advirtió, por ejemplo, que los pasajeros del colectivo hacen sus necesidades sin ningún pudor, en el espacio verde donde realizan un acampe.
El testigo también habría manifestado en su denuncia que algunos de ellos pasan mirando por los patios de los vecinos, lo que genera preocupación. Sin embargo, nada de estos tiene vinculación con el trabajo de la fiscalía. Tampoco si se enganchan de la luz, como se advirtió que lo hicieron al conectar una zapatilla eléctrica a la bomba de agua de una casilla que está en las inmediaciones.
En todo caso, corresponderá al Municipio y otros organismos del Estado intervenir en la situación, más allá de la investigación que inició la fiscalía por la denuncia que apunta a las exhibiciones obscenas. Mientras tanto, se siguen recibiendo llamados de vecinos que expresan su queja y malestar por todo lo que trae aparejado la presencia de ese colectivo en el lugar. Hay peleas, además, que llaman la atención; y los vecinos temen lo peor.
Se sabe que están ahí desde principios de diciembre, que vienen de Córdoba y pertenecen a la comunidad gitana. Pero no está claro cuáles son sus intenciones.
Ellos dicen que sufrieron un desperfecto mecánico en el colectivo y que están tratando de repararlo. Sin embargo, mucha gente no termina de creerles y piensa que se quieren quedar. Lo más preocupante de todo son los niños, a quienes se los ve muchas veces pidiendo comida, en situación de abandono. Por ellos, varias personas manifestaron públicamente su reclamo para que el Estado haga algo, en defensa de los derechos de la niñez.
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