Insólito: profesora estafó a un grupo de presos

El audaz engaño tiene como víctimas a internos de la cárcel federal de Roca, que hicieron una capacitación para lograr reducir su pena.

En un insólito hecho, un grupo de presos de la cárcel federal de General Roca se vio engañado en su buena fe y realizó una capacitación pero que no tenía el aval oficial de una institución educativa. Lo sucedido generó una enorme desilusión porque los estudiantes habían realizado la actividad con el fin de que les sirva para recortar las penas de prisión que cumplen. Durante las últimas semanas, los defensores de los damnificados tuvieron que apelar a la buena voluntad de los jueces para que les reconozcan los estudios y que no afecte el denominado régimen de progresividad.

De acuerdo a fuentes judiciales, la particular situación se vio expuesta en las audiencias llevadas a cabo ante los responsables del Tribunal Oral Federal roquense (TOF), donde los defensores de los presos llevan a cabo los pedidos de reducción de pena por estímulo educativo. Fue en este marco donde se reveló el presunto engaño que habría cometido una mujer en una capacitación que llevaba por título: “Manipulación de alimentos”.

Ante la sorpresa de los funcionarios judiciales, se pidieron informes al área educativa de la cárcel federal de Roca y se confirmó que los cursos para los presos empezaron a dictarse en 2018 con el aval de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN). Sin embargo, los docentes comunicaron en 2019 su alejamiento de la casa de estudios superiores de esta provincia aunque garantizaron un nuevo convenio con la Universidad Católica de Cuyo.

Los problemas empezaron con algunas demoras en la entrega de trabajos prácticos y certificaciones y entonces, las autoridades del Servicio Penitenciario Federal pidieron explicaciones a uno de los profesores. La sorpresa de los funcionarios fue grande cuando el docente les explicó que ya no tenía contacto con la otra profesora y que desconocía la existencia de un aval de la universidad cuyana.

El escándalo fue mayúsculo cuando también se estableció que la profesora había cobrado a sus alumnos y familiares las cuotas correspondientes a pesar de que las certificaciones que extendía eran truchas, recalcaron las fuentes.

Ante el audaz engaño, los responsables del penal federal se vieron obligados a realizar una denuncia ante los integrantes del Ministerio Público Fiscal.

La causa se encuentra en plena etapa investigativa.