Encontró en Facebook los patines que le robaron hace 7 años

Siete años atrás cuando le robaron varios pares de patines profesionales, valuados en más de 20 mil pesos cada par, un joven del Círculo Italiano no imaginó jamás que los podría recuperar y mucho menos con una oferta en una página de Facebook.

Allá por el 2009, el joven que practica patinaje artístico había dejado los patines en el baúl del auto en el que su mamá fue a comprar al hipermercado mayorista Vital, ubicado en Perticone y Paimún, en Neuquén.

En el estacionamiento del comercio le robaron los tres pares y si bien se radicó la denuncia en la Comisaría 19ª, los investigadores no pudieron ubicar a los autores del hurto.

A pesar de ese mal trago, el joven, que hoy tiene 23 años, logró seguir con su carrera y llegó a competir en torneos internacionales en distintos países de Europa.

Hace una semana, mientras revisaba Facebook, el joven se sorprendió al ver que en una página de compraventa de la región estaban ofertando sus patines robados en los bolsos originales.

De inmediato, la víctima recurrió al Departamento de Delitos de la Policía neuquina. “Realizamos tareas de rastreo informático, contactamos a quien los comercializaba e hicimos seguimiento hasta que se pudo establecer la dirección de la persona”, explicó Néstor Osvaldo Castillo, coordinador operativo de Delitos.

El viernes se allanó una casa el barrio Unión de Mayo donde detuvieron al hombre que comercializaba los patines y recuperaron dos de los tres pares robados. El sospechoso es un conocido estafador.

Al hombre lo acusaron por encubrimiento y de acuerdo con lo que prevé la ley, ya se encuentra en libertad.

En tanto, el joven patinador de Cipolletti reconoció sus patines, que le fueron reintegrados por los agentes policiales de Neuquén.

El mercado negro de la red social

Los sitios de venta de artículos usados en Facebook están de moda, y entre los cientos de avisos de mercadería genuina se mezclan cada vez más elementos robados. En la electrónica, aseguran los especialistas, es fácil darse cuenta: casi siempre falta un cable, un control remoto o un mouse. En otro tipo de productos, el precio es la pista principal para no caer en la trampa.