Denuncian falta de agua desde hace más de dos semanas en Balsa las Perlas ¿Qué dijo el Municipio?

La falta de suministro de agua potable afecta a algunos sectores de Balsa Las Perlas desde hace más de quince días. La situación, que genera preocupación entre los vecinos, motivó una denuncia pública por parte de Karina, una de las residentes del lugar. LM Cipolletti consultó también a la Municipalidad por este tema.

"Hace 15 días que no tenemos agua, nos largan agua 20 o 30 minutos por día", expresó Karina y agregó: "Tenemos que ir a buscar agua a la estación de bombeo de Neuquén, cerca del destacamento. Son muchos kilómetros y acá hay mucha gente adulta que no puede hacer eso".

La vecina del lugar también aseguró que, según le informaron en una reunión vecinal, el restablecimiento total del servicio podría concretarse recién en mayo: "No se puede vivir así, no tenemos para bañarnos, para lavar, para nada". Además, cuestionó la respuesta institucional que recibió: "Cuando fui a la municipalidad, me dijeron que el reclamo tenía que hacerlo por escrito", agregó.

Qué pasó con el servicio de agua

El servicio de provisión de agua en Balsa Las Perlas depende de la Municipalidad de Cipolletti, que opera a través de dos bombas encargadas de llenar los tanques que abastecen al barrio. Según explicaron desde la comuna, una de esas bombas sufrió una rotura el miércoles 16 de abril, justo antes del inicio del feriado largo de Semana Santa.

El secretario de Gobierno local, Julio Dijkstra, detalló que la falla se debió al robo de cables, lo que dejó fuera de funcionamiento a una bomba de gran caudal (60 mil litros por hora), cuya reparación resultó inviable. "Ese mismo día fue personal de la delegación local y también un técnico experto de obras públicas, quien nos informó que no tenía arreglo", indicó el funcionario.

Medidas de contingencia y adquisición de una nueva bomba

En forma provisoria, se instaló una bomba prestada por Aguas Rionegrinas, traída desde Villa Regina. Sin embargo, su capacidad es de apenas un tercio respecto de la original. Esta alternativa resultó insuficiente para garantizar un suministro regular.

“Se solicitó a la población un uso racional del agua, pero ante la escasez, la gente la consumía muy rápido. Por eso se definió cerrar las canillas cada tres horas, esperar a que los tanques se llenen y luego reactivar el suministro", explicó Dijkstra.

El feriado complicó la adquisición de una nueva bomba, que fue encargada a un proveedor especializado. El sábado pasado, 26 de abril, el nuevo equipo llegó a Neuquén y se espera que en las próximas horas sea trasladado a Cipolletti para su instalación.

“Apenas esté acá, vamos a ir a instalarla”, aseguró el funcionario. La bomba adquirida es de tipo sumergible, de difícil acceso en el mercado, y requirió una inversión superior a los tres millones de pesos.

Además, en los últimos días se registraron nuevos intentos de robo de cables en la zona donde se ubican las bombas, lo que vuelve a poner en riesgo la estabilidad del servicio incluso tras su reparación.