Agredieron a inspectoras y zafaron con un escaso aporte para el hospital

Los responsables de un pub ubicado en la zona céntrica que increparon a inspectoras de Comercio municipal en un operativo de clausura fueron sobreseídos tras cumplir las pautas de conducta impuestas en una probation, que incluyó el pago de $500 cada uno a la Cooperadora del hospital local.

El incidente se produjo la madrugada del 14 de febrero de 2021, cuando aún regían medidas para frenar los contagios de COVID y tuvo en su momento amplia repercusión por el nivel de hostilidad que se vivió.

Cerca de las 2 dos inspectoras municipales acompañadas por policías ingresaron a "Cognac", local ubicado en Roca al 800 con el objetivo de realizar el procedimiento de clausura, pero fueron “intimidadas” por Héctor y Guillermo Gutiérrez, el propietario y su hijo.

La acusación fiscal describe que insultaron a las trabajadoras comunales, les dijeron que “eran unas delincuentes”, que “no sabían hacer su trabajo y que eran unas inútiles”.

Luego Héctor “les apagó la luz mientras su hijo Guillermo se les acercó y les gritó de cerca, y en tono agresivo, ´clausurame, clausurame´”.

Ambos fueron imputados por “atentado contra la autoridad”, y en una audiencia realizada en diciembre de 2021 les otorgaron la suspensión del juicio a prueba por el término de un año, proceso también conocido como probation, que estableció el cumplimiento de medidas de comportamiento. Además del resarcimiento ofrecido al hospital, debían mantener domicilio, asistir una vez cada tres meses a la Oficina Judicial para actualizar sus datos y no cometer ningún hecho que pueda ser considerado un delito.

Al cumplirse el plazo, la fiscalía y la defensa pidieron desvincular a padre e hijo de la causa. Argumentaron que acataron las obligaciones formuladas, aunque aclararon que las presentaciones a la Oficina Judicial “las cumplieron de manera irregular”.

Ante el planteo expresado por las partes la jueza María Agustina Bagniole dispuso el sobreseimiento de ambos y declaró que el proceso “no afecta el buen nombre y honor que pudieran gozar los imputados”, tal como lo exige el Código Penal.

Cuanto los controles por el COVID eran estrictos

El violento evento de Cognac fue en tiempos en que los controles para evitar la propagación del COVID eran estrictos. En esa oportunidad desde el municipio se destacó que el local no respetaba las normas de distanciamiento social, preventivo y obligatorio. Puntualmente el aforo. "Había mucha gente, más de lo permitido, no respetan el distanciamiento ni usaban barbijos", indicó una fuente de la comuna. Además, arrastraba antecedentes por otras contravenciones.

En aquel momento hubo varios operativos en encuentro sociales y locales nocturnos por transgredir las restricciones sanitarias. Las sanciones establecían fuertes multas económicas, además de la clausura de los establecimientos comerciales.