Viaje de terror: asaltaron a estudiante en un colectivo

gustavo arroyo

Una adolescente que concurre a un secundario céntrico vivió una verdadera pesadilla cuando en un colectivo fue sorprendida por un delincuente armado con una navaja. No sólo fue asaltada sino que la obligó a bajarse junto a él y tuvo que acompañarlo, hasta que se dio a la fuga.

La impunidad parece no tener límites y esta vez la víctima fue una joven estudiante de 16 años, que había concluido su clase de educación física y se dirigió a una de las paradas del servicio urbano en la plaza San Martín de esta ciudad. Eran las 9 del lunes, a plena luz del día, y la chica volvía a su casa. Se subió a una unidad de la empresa Pehuenche y se ubicó en el fondo.

“Ella se sentó en el último asiento y casi no había gente en el colectivo. Él se sentó al lado de ella y la tenía amenazada con la navaja”, explicó a LM Cipolletti una de las hermanas de la adolescente.

Fue el inicio de un viaje de terror debido a que la estudiante se encontraba muy nerviosa y no quería ser apuñalada. El delincuente aprovechó la situación y deslizó una mano en el bolsillo de la adolescente para apoderarse de dinero en efectivo, un teléfono celular y una tarjeta de colectivo. 

Con el botín en su poder, el sujeto decidió bajarse y le ordenó a la víctima acompañarlo. La hermana de la joven puntualizó que el delincuente le dijo: “‘Bajamos acá’. Siempre apuntándole con la navaja en su abdomen; bajaron en Menguelle y Reconquista”.

Los escasos minutos de la adolescente junto al delincuente se transformaron en una eternidad, y por eso empezó a llorar. “Ella se asustó y se puso a llorar porque pensaba que él le iba a hacer otra cosa o llevarla a algún lado”, confesó su hermana.

Sin embargo, sólo recorrieron una cuadra y el hombre le dijo a la joven que siguiera caminando. Después se dio vuelta y no lo vio más.  

A pesar de la cercanía, la víctima casi no pudo advertir los rasgos físicos del asaltante porque estaba vestido con un buzo con capucha y se cubría parte del rostro con un cuello polar. De todos modos, sospecha que se trata de una persona adulta. Tampoco prestó atención al momento que se subió al colectivo o si se encontraba entre los pasajeros.

La madre de la menor se encargó de hacer una denuncia sobre lo sucedido en la Comisaría 32 y hasta ayer no había novedades.