Juicio por Otoño Uriarte: "Me dijo que cierre la boca o vamos a ir todos presos"
Una testigo declaró que fue amenazada por uno de los acusados por el crimen de la menor de Fernández Oro. Lo vincula con una conversación que escuchó poco después de la desaparición de la víctima.
María del Carmen Vasillef fue convocada a declarar en el juicio por la desaparición y asesinato de Otoño Uriarte porque poco antes de que encontraran su cadáver aseguró que escuchó una conversación en la que un hombre que no pudo identificar dijo “Para mi que Pitoco se las re mandó con la piba y se tomó el palo”. Pitoco es el apodo de José Jafri, uno de los cuatro acusados.
La testigo, que el martes brindó un dramático testimonio cargado de angustia y quebrado por el llanto, sostuvo que en esa oportunidad se presentó en la Comisaría 26 de Fernández Oro y denunció lo que había oído.
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Su aporte a la causa se hizo público, y lo enlazó con una amenaza que el mismo Jafri recientemente le hizo llegar a través de Marcelo Barría, su ex pareja, quien padeció adicciones a las drogas y al alcohol y se juntaba con ese entorno.
Vasillef, instructora que posee un gimnasio en Fernández Oro, aseguró que un domingo de agosto de este año Barría, con quien tiene dos hijas, estaba en su casa y fue a un comercio cercano a comprar vino y soda.
Aclaró que “no estaba borracho ni drogado” pero que la sorprendió porque volvió con el semblante y el ánimo totalmente cambiado. “Como si hubiera visto al diablo”, graficó la mujer.
Le preguntó que le había pasado y le respondió que se había encontrado con Picoto Jafri, y que le ordenó que le transmitiera a ella “que cierres la boca o vamos a ir todos presos”.
“Vos estuviste en la policía hablando de más”, le reprochó su ex -quien también fue citado a declarar en el debate- y aseveró que le contestó “yo dije lo que escuché”.
La conversación inquietante
La vecina explicó que eso que escuchó sobre la supuesta intervención de Pitoco en el crimen ocurrido en febrero de 2007, cuando aún no habían encontrado el cuerpo de la adolescente en el canal de El 30.
Recordó que volvía de Cipolletti y que desde el colectivo vio que en su salón de entrenamiento físico estaba Barría con un grupo de entre 6 y 8 hombres. Al ingresar advirtió que estaban “tomando alcohol y drogas” y que hablaban en vos alta mientras escuchaban música a alto volumen con su equipo.
En ese momento alcanzó a escuchar la frase que la inquietó, aunque no pudo determinar quien la pronunció. Entre ellos pudo identificar a “la flaca Acuña” y otro sujeto de apellido Villegas.
Aseguró que la escena la enfureció y que los echó. Solo uno no obedeció, Villegas, quien la enfrentó y hasta la quiso agredir a golpes.
Para esto ya había llamado a la Comisaría de Oro, desde enviaron una patrulla de efectivos que apresó a Villegas mientras los otros escaparon corriendo, añadió.
Agregó que posteriormente el padre de Villegas la fue a increpar porque habían metido preso al hijo.
Sin miedo
Barría no quiere hablar del caso Otoño. Se enoja cuando lo mencionan, aseguró Vasileff.
Ella también siente que la trascendencia que adquirió su aporte le causó momentos desapacibles. Lamentó que cada vez que resurge la causa y aparece su nombre tiene problemas. Puntualizó que integrantes de la familia de Barría también se altera.
Pero las amenazas no son nuevas para ella. Las recibe desde que reveló la inquietante conversación. Su testimonio es relevante en la acusación presentada por la fiscal María Teresa Giuffrida con la adhesión de la abogada querellante Gabriela Prokopiw, quien representa a Roberto Uriarte, papá de la víctima.
Sin embargo aclaró que no tiene miedo, aunque mencionó a sus hijas y sus nietas y la posibilidad de que les suceda algo, a lo que la jueza María Florencia Caruso Martín, presidenta del Tribunal que completan Juan Pedro Puntel y Amorina Sánchez Merlo, le recordó que los imputados tienen prohibido acercarse a los testigos, tanto los que declararon como los que aún no lo hicieron.
"Es una mafia"
Vasillef dijo que su ex pareja mejoró su forma de vida y se alejó de su mal entorno. Dice que trabaja por cuenta propia y gana bien, y que el dinero le rinde. Aunque aclaró que sabe que en los últimos días no fue a trabajar.
Destacó que cuando le contó que iba a declarar le dijo “ojo” en señal de advertencia.
Cree que Barría miente y que tiene miedo. Presume que está “amenazado”.
La testigo se quebró en la parte más escabrosa de su declaración y se largó a llorar con un dolor que conmovió.
“Es una mafia”, musito entre lágrimas. Lo volvió a repetir cuando desde la parte acusadora le preguntaron. También habló de “personajes de mal vivir que los conocemos todos”. Después se le alcanzó a escuchar “el tema de la droga…”.
El cronograma del juicio por “Privación ilegítima de la libertad agravada por la duración en el tiempo”, lo que provocó la muerte de Otoño, indica que este viernes tiene que presentarse a declarar Marcelo Barría.
Fue propuesto por los defensores de los cuatro imputados: Maximiliano Manuel Lagos, Germán Ángel Antilaf, Néstor Ricardo Cau y José Hiram Pitoco Jafri, por lo que se presume su testimonio no sería desfavorable para ellos.
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