Imputaron y quedan presos los acusados de matar y quemar a una mujer
El hecho ocurrió el sábado y este lunes les formularon los cargos. Todo habría ocurrido en una reunión en la que tomaron bebidas alcohólicas.
Los dos hombres que fueron detenidos en San Antonio Oeste, acusados de haber asesinado a una mujer y luego incinerado su cuerpo fueron imputados por el delito de femicidio y quedaron en prisión preventiva por el término de cuatro meses, lapso en que se debe concluir la investigación.
La audiencia, llevada a cabo este lunes en Viedma y transmitida por zoom, la condujo el juez Favio Corvalán, quien consideró que eran suficientes los indicios reunidos por los investigadores para avanzar con las medidas cautelares contra Bienvenido Benítez Bravo, de nacionalidad paraguaya y de 40 años de edad y Raúl Ángel Federico Rojas, de 31.
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Ambos enfrentan una expectativa de pena que los podría llevar a la prisión perpetua.
La víctima de la mortal agresión aún no ha sido identificada, aunque hay una firme sospecha de quien podría ser, se indicó en la audiencia. Faltan pericias histopatológicas que lo confirmarían.
Los hechos ocurrieron el último sábado en el horario comprendido entre las o y las 17 en una toma de terrenos ubicada en proximidades del Club Hípico y las vías del ferrocarril.
Según la teoría del Ministerio Público Fiscal, representada por Juan Pedro Peralta y Guillermo Ortiz, el crimen sucedió tras un encuentros festivo que se realizó en la casa de Benítez Bravo, conocido como el Paraguayo, en la que abundó la ingesta de bebidas alcohólicas, y en la que habría participado varias personas, entre ellas la víctima.
Los vieron arrastrar un carro
En un momento la atacaron y la mataron, presumiblemente por ahorcamiento. Luego llevaron el cuerpo en un carro tipo carretilla y la arrojaron en el microbasural del descampado ubicado a metros del camino que conduce a la planta de Alpat, donde la prendieron fuego. Una persona que pasó por el lugar advirtió el cadáver y alertó a la policía, que de inmediato puso en marcha el operativo para preservar la escena y dieron inicio a la pesquisa.
Al día siguiente -domingo- la investigación encabezada por la Fiscalía con la Brigada de Investigaciones, el Gabinete de Criminalística y efectivos de la Comisaría 10ma, realizaron dos allanamientos en viviendas particulares , uno de ellos era el de Benítez Bravo, en los que secuestraron prendas de vestir, restos de una sábana, celulares, rastros biológicos y un profiláctico, entre otros elementos. Todo será peritados.
Además lograron recabar declaraciones de testigos que vieron a los dos acusados transitar con un carro en el lapso en que se supone que fue el crimen.
También cuentan con las pericias de odorología realizada con perros de la Policía. Destacaron los fiscales que el animal fue directamente desde el montículo quemado donde encontraron el cadáver hasta la casa donde supuestamente fue el asesinato.
Le confesó el hecho a un pastor
Otra elemento de prueba relevante fue el testimonio de un pastor evangélico que aseguró que Benítez Bravo le confesó que había cometido el hecho.
El religioso dijo que ese sábado se encontraba entregando Biblias en la plaza Centenario, situada en el centro de la ciudad, y se le acercó el hombre con visibles muestras de estar en estado de ebriedad y le manifestó que "se sentía mal porque había matado a una mujer, que la había estrangulado, la había envuelto en una sábado y la había tirado al costado de las vías y la había prendido fuego".
El pastor no le creyó, le pareció "inverosímil". Sin embargo el pastor luego se acercó a realizar una exposición a la Comisaría 10ma por otro tema, y escuchó una comunicación por la frecuencia policial que se había encontrado un cuerpo calcinado al costado de las vías, por lo que contó la conversación que había mantenido con el Paraguayo, y le tomaron una declaración.
Para la defensa no hay indicios contra Rojas
Marta Gianni y Adrián Zimmermann, los defensores oficiales de ambos hombres, objetaron parcialmente la postura de la Fiscalía. Admitieron que las evidencias involucran a Benítez Bravo, no así con Rojas, ya que no surgieron elementos para ubicarlo en el lugar del hecho.
Los cuestionamientos también se refirieron a la falta de precisiones respecto al rol que habría cumplido cada uno en el hecho y apuntaron a la hipótesis de la mecánica de la muerte, supuestamente por estrangulamiento.
“El estrangulamiento es un acto de mano propia, es decir no puede ser ejercido por dos personas al mismo tiempo, a menos que se describa con precisión el hecho que se le atribuye a cada uno, es decir que uno la haya retenido y el otro la haya estrangulado”, sostuvo Zimmermann.
Advirtió que "esa falta de precisión impide ejercer la defensa".
En respuesta, la Fiscalía aclaró que hay testigos que vieron a Rojas en la casa en la casa del Paraguayo.
Incluso destacaron que Rojas consiguió la carretilla en que habrían trasladado el cadáver.
Aseveraron que el propietario de ese vehículo declaró que se lo había prestado a Rojas y que no se lo había devuelto. Incluso manifestó que todavía no apareció.
El fiscal agregó que la tarde que se encontró el cuerpo vecinos de la toma afirmaron haber visto a dos sujetos con características similar a los imputados, que llevaban un carro similar al descripto.
El juez Corvalán avaló lo planteado por la fiscalía y resolvió imputar a los dos hombres e imponerle cuatro meses de prisión preventiva, que comenzaron a cumplir el Establecimiento Penal de Viedma.
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