Docente denunció que una alumna sufría violencia y acusó a la madre

Autoridades de un colegio secundario rionegrino se involucraron en un drama familiar en el que resultó víctima una integrante de la comunidad educativa. Ocurrió que una docente del establecimiento denunció que una alumna de 15 años sufrió violencia en su hogar y responsabilizó a la madre de la menor.

La presentación, que se encuadró en la Ley 3040 (de Protección Integral contra la Violencia en el ámbito de las Relaciones Familiares) se realizó días atrás en la Comisaría de la Familia de la localidad de Valcheta, en la Línea Sur provincial, y derivó en una causa que se elevó al Juzgado de Paz local, cuya titular subrogante, Denise Gattoni, convocó a la acusada a brindar su versión.

El relato de la madre: "Situación de angustia y desesperación"

La mujer acusada, empleada pública de ocupación, reconoció que se produjo el hecho de violencia, pero aclaró que los ataques fueron mutuos. Destacó que “no es una conducta que tenga a diario”, que “no acostumbra a ejercer violencia sobre su hija” y que padeció una “situación de angustia y desesperación” al momento del incidente denunciado.

La denunciada agregó que ella también recibió golpes por parte de su hija, aunque dijo que no quería justificar con esto su accionar, sino “solo informar” del contexto del episodio.

El episodio motivó que interviniera la SENAF -Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia- a través del dispositivo de guardia con el ETI -Equipos Interdisciplinarios del Fuero de Familia-.

Medidas para frenar el drama madre-hija

Tras analizar ambas posturas, la magistrada resolvió dictar medidas cautelares por un plazo de 60 días para frenar los hechos de hostilidad, siguiendo los lineamientos de la normativa, referidas a “hacer cesar actos de violencia de toda índole, así como erradicar el desarrollo de conductas que produzcan daños directa o indirectamente a las partes y tomar medidas de prevención, protección y asistencia oportunas con el objeto de evitar que se susciten nuevos hechos”.

Entre las pautas, dispuso la reinserción de la joven “al centro de vida materno” y, en ese marco les prohibió -a ambas- producir “actos molestos o perturbadores”, como “provocaciones, insultos o agravios”, de forma directa o indirecta mente- entre ellas o integrantes del grupo familiar en el hogar. La orden incluye espacios públicos, de trabajo, estudio o esparcimiento en que se encuentren.

Valcheta centro.jpg

Tampoco deben generar actos que los “dañen psicológicamente, sentimentalmente, anímicamente”, como así también no deben permitir “la intervención de terceros con actos u opiniones respecto al núcleo familiar”.

Además estableció que deberán realizar un tratamiento psicológico para “trabajar la problemática planteada”, el que deberán acreditar.

Asimismo, Gattoni resolvió darle intervención al equipo técnico Comisaria de la Familia a fin de brindar “espacios de contención y escucha” y también elevó las actuaciones al Juzgado de Familia de San Antonio Oeste.

En tanto que les advirtió a las partes que de incumplir las medidas dispuestas podrían ser pasibles de sanciones previstas por el desacato de una orden judicial y cometer el delito de desobediencia, por lo que le deberán responder a la Fiscalía Penal.