David Fernández: "Me encontré en una situación que no pude manejar"
Está siendo juzgado por el homicidio de Christian Valdebenito, que no niega. Afirma que está arrepentido y que todo sucedió como desencadenante de hechos delictivos que venían sufriendo. Habla desde la prisión.
El joven de 32 años que está siendo juzgado por el homicidio de Christian Valdebenito, ocurrido el 28 de diciembre del 2021 en un baldío del barrio Luis Piedrabuena, no encuentra palabras para manifestar su arrepentimiento.
“Si volviera a suceder de nuevo no volvería a reaccionar de la misma forma. Estoy muy arrepentido. Perdí dos años de mi vida, en los que pude haber cuidado a mis hijos. Perdí mi trabajo. Estoy encerrado, en una situación en la que nunca estuve. Para mí y mi familia es duro. Sin nombrar a la familia de Cristian, que también se que la están pasando mal”, manifestó David Fernández, quien trabajaba de mozo en el casino de Neuquén.
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Durante los días que demande el debate estará detenido en la Comisaría 32, del barrio La Paz, donde recibió a LMCipolletti. Pero la prisión preventiva la cumple en el Penal de Viedma por su seguridad, ya que en el 5 de Cipolletti hay familiares de Valdebenito por distintos delitos, y se teme posibles represalias.
El juicio se realiza en los tribunales cipoleños con la intervención de un jurado popular. La fiscalía le imputó el delito de “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas”. Sospechan que participaron otros dos hombres, que no hay sido identificados.
Pero Fernández dice no recordar la secuencia de los hechos porque estaba enceguecido.
Si bien reconoce que el encierro puede llegar a derrumbar el ánimo de cualquiera, él se muestra firme, hasta optimista. Tiene planes, estudia y se capacita.
Su abogado, César Massetta -que en cuestiones de encierro y salir con un título tiene experiencia- señala que lo sostiene la certeza de no haber actuado como un asesino, sino que fue algo que se le fue de las manos.
Masseta consideró que su defendido actuó en legítima defensa, una figura que hasta le podría caber la eximición de prisión. “Es un ejemplo de padre, es un ejemplo de hijo y de trabajador”, resaltó en su alegato de apertura.
Fernández, padre de un hijo de 11 años y otra de 16 de su actual pareja, mantiene la versión de que todo sucedió luego de que Valdebenito le rompiera un vidrio del auto de su mamá que había quedado estacionado fuera de su casa. Él salió ante el ruido del estallido y de la alarma del auto. Vio quien era y lo siguió hasta el baldío de Perú y Pastor Bowdler, a unos 70 metros de su casa, donde Valdebenito se había instalado con otras personas en situación de calle. Allí lo atacó, y lo reconoce, tras un forcejeo, con un cuchillo que extrajo la propia víctima según su relato. Aunque la autopsia dice que las heridas mortales fueron causadas por no menos de dos armas blancas.
¿Qué recordás de aquella madrugada?
Esto se desencadenó por un hecho que ocurrió antes, un robo el 24 de diciembre, para navidad. A Cristian yo no lo conocía. Él le entró a robar a mi mamá y al otro día hubo una pelea con él porque nos fue a amenazar. Ese día de navidad trabajé hasta tarde y fuimos a comer a la casa de mi hermana, a pasar la noche buena. Pero me llamó un vecino y me dice que habían entrado a robar a la casa de mi mamá. Tuve que volver y después ir a buscar a mi esposa que estaba trabajando.
¿Había problemas con la gente del baldío?
Se hablaba en el barrio que los vecinos estaban descontentos por lo que pasaba en ese lugar. Había mucha gente en situación de calle. La policía no sabía que hacer y el Estado tampoco se hizo cargo de las personas esas. Es más, mi familia muchas veces los ayudó a ellos. No exactamente a Cristian, porque él llegó después. Cristian hacía tres meses había salido de estar preso. No lo conocíamos. A los demás que vivían ahí sí. Mi familia los ayudaba con frazadas, comida, no había un problema con ellos. El tema fue cuando empezaron los robos, y la situación se fue de las manos porque ya no era gente en situación de calle, sino gente que había ido a cometer delitos, a robar. Era tierra de nadie eso.
¿La fiscalía afirma que eran tres los atacantes, vos y dos más?
En un principio, cuando escucho el ruido del estallido del vidrio del auto de mi mamá, y la alarma, que sonó e hizo ruido en toda la cuadra, porque eran las 5 de la mañana y no andaba nadie, no se escuchaba nadie en el barrio, porque es tranquilo. Cuando salgo, salen más personas. Un montón de gente de la cuadra a la calle. Porque todos escucharon lo mismo. Yo declaré lo que hice yo, lo que vi, lo sucedido. De las otras personas no puedo hablar porque todo fue muy rápido, y reaccioné de esa forma. Fue una pelea. Ni siquiera yo no sabía lo que había pasado. No sabía cuantas veces lo había apuñalado, nada. Me preguntaron por las otras personas, pero no puedo responder por ellos. Si ellos tienen otro delito que declarar, tendrían que haberlo hecho ellos. No creí que fuera mi responsabilidad.
¿Estás arrepentido?
Por supuesto. Si volviera a suceder de nuevo no volvería a reaccionar de la misma forma. Estoy muy arrepentido. Perdí dos años de mi vida, en los que pude haber cuidado a mis hijos. Perdí mi trabajo. Estoy encerrado, en una situación en la que nunca estuve tampoco. Para mi y mi familia es duro. Sin nombrar a la familia de Cristian, que también están mal.
¿Crees que esto se pudo haber evitado?
En mi vida he tomado conciencia social. Cuando éramos chico mi mamá tenía en nuestra misma casa un hogar de chicos de la calle. No creo que la gente de la calle no pueda recuperarse. Pero también creo que hay personas no están aptas para estar en sociedad o tienen problemas para adaptarse y el Estado tendría que hacerse cargo y estar más presente para que no pasen estas cosas. Es un hecho que nos arruinó a todos.
¿Habías estado preso?
Jamás. Ni en la comisaría. Trato de llevarlo de la mejor manera. Se que hay posibilidades. Este año termino la escuela y estoy estudiando informática y programación, que es lo que me gusta. Trato que esto no me haga mal, de no generar conflictos, salir peor. Porque de acá mucha gente no sale bien. Cualquiera que haya estado preso sabe como es. Más con la causa que tengo yo, porque hoy en día soy, como se dice en la jerga carcelaria, un “antichorro”, como que maté a una persona que estaba robando. Entonces tengo que afrontarme a muchas situaciones, resguardarme, cuidarme o, podría decirse, defenderse. Pero son cosas que quedan atrás de las rejas.
¿Qué le dirías a la familia de Valdebenito?
No he tenido la oportunidad de hablar con la familia de Cristian. De hacerle saber mi dolor, de pedirle disculpas. Que sepan ellos que entiendo su situación a pesar de lo que pasó. Nunca quise hacer eso. Yo también tengo una mamá. Hoy la vi a la señora Sonia y la verdad que me puso muy mal. Me puse en el lugar de ellos y es muy feo. No estoy orgulloso de lo que pasó. Son situaciones que le puede pasar a cualquier persona.
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