Juicio por Fernando Báez Sosa: los rugbiers se mostraron sin barbijo
A casi tres años del asesinato, los medios capturaron por primera vez a los acusados con los rostros descubiertos. El pedido fue de Fernando Burlando.
En el inicio de la segunda semana del juicio oral contra los acusados del crimen de Fernando Báez Sosa, los ocho rugbiers imputados ingresaron a la sala este lunes por la mañana. Luego de sentarse se quitaron los barbijos y fue Máximo Thomsen el primero en hacerlo seguido de los otro siete acusados.
Aunque el uso del barbijo no es obligatorio dentro de la sala de audiencias, había sido requerido en la primera audiencia por el Tribunal Oral en lo criminal N°1 presidido la jueza Claudia Castro. Sin embargo, sí es parte del protocolo de traslado del Servicio Penitenciario Bonaerense.
Desde que comenzó el juicio los acusados mantuvieron sus rostros tapados, con la intención de tapar sus caras de expresiones que puedan generar repercusiones no deseadas.
Fernando Burlando, abogado de la familia de la víctima, solicitó al tribunal que les pida que se los quiten y, al parecer, el pedido logró trascender y los acusados desistieron del uso.
De esa forma, se vieron las caras de los imputados por primera vez desde que fueron detenidos el 18 de enero de 2020, ya que nunca habían sido fotografiados en público a cara descubierta. En audiencias anteriores se quitaron los barbijos, pero solo fueron fotografiados en el inicio del proceso, donde cubrieron sus narices y bocas.
Luego, también por primera vez en lo que va del debate, los rugbiers modificaron la ubicación que ocupaban en el banquillo de los acusados. Sin embargo, no lo hicieron todos, Thomsen y Enzo Comelli mantuvieron sus lugares.
Durante la jornada de este lunes se presentaron ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores el forense que realizó la autopsia al cuerpo de Fernando y otros cuatro médicos. Durante la tarde declararon policías y se esperaba el testimonio de funcionarios municipales y judiciales.
De esta manera, en esta segunda semana, el juicio estará relacionado a la parte pericial y ya no a los testigos claves del ataque y el crimen. En las primeras cinco audiencias declararon 47 testigos.
Por el momento, ya brindaron testimonios ante el tribunal los papás de Fernando Báez Sosa, amigos de la víctima, Pablo y José Ventura, testigos del hecho, quienes le hicieron RCP, policías del allanamiento y la recepcionista del hotel que vio a los acusados después del hecho.
Como producto de las declaraciones, Thomsen se presenta como el más complicado de los ocho imputados, tras ser identificado por la mayoría de los testigos como el principal agresor de Fernando y por haber acusado a Pablo Ventura. De la misma forma, en el testimonio de los testigos, hay otros acusados que también se ubican en casi todas las escenas del ataque, alrededor del crimen.
Los acusados son trasladados para cada audiencia desde la cárcel de Dolores, donde se encuentran detenidos en un pabellón que no comparten con otros detenidos. Reciben una visita semanal de sus familiares de dos horas, fuera del horario habitual, con un recreo diario del mismo período en un patio. Sus almuerzos son en la celda de alcaldía de los tribunales donde transcurre el juicio.
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