Intentó asesinarlo tras un incidente náutico en el lago

“¿Vos sos el dueño del velero?”. Esa fue la única frase que el loco de la lancha le dijo a un hombre, antes de salir a correrlo con un cuchillo de gran tamaño e intentar apuñalarlo. Se trata de Leandro Aníbal Goicoechea, un comerciante cipoleño que casi mata al conductor de un velero tras una discusión por un accidente náutico.

El 2015 se agotaba en medio de los días festivos, y los exclusivos socios del Yacht Club Neuquén disfrutaban de las horas de sol y los servicios vip del lugar.

Todo era placer y disfrute, hasta que ese 26 de diciembre, sólo siete horas marcaron la brecha entre un accidente en el lago Mari Menuco y un ajuste de cuentas que casi termina en tragedia.

“Fue hasta mi casa -en el sector de tráileres- y me salió a correr con un cuchillo en la mano”, advirtió la víctima y apuntó que lo hizo frente a su esposa y su hija.

El hombre indicó que cuando lo vio venir a Goicoechea, pensó que tenía intenciones de dialogar y limar asperezas.

“Todo lo contrario, se bajó de la camioneta con un cuchillo”, afirmó la víctima en referencia al loco de la lancha.

El hombre detalló que su agresor intentó apuñalarlo en el estómago. “Si no pongo la mano, me ensarta”, afirmó.

El enfrentamiento se inició ese mismo día a las 14, cuando la víctima salió a pasear en su velero, sin imaginar lo que sucedería minutos después. “Hay normas que dicen que una lancha tiene que andar a velocidad de velero al entrar al puerto y este señor entró a fondo”, detalló el hombre.

Como consecuencia, el agredido cayó del velero y comenzó una discusión entre ambos. Dos días después, la víctima realizó la denuncia.

El último jueves, en tanto, se realizó una audiencia en la que el juez Martín Marcovesky avaló la petición de la fiscalía y acusó al cipoleño por lesiones leves.

Por su parte, Luciano Vidal, fiscal de la causa, informó que se intentó una mediación que fracasó. Previamente, la defensa pidió que el loco de la lancha no fuera acusado y al no lograr esa petición, adelantó que impugnará la acusación.

El loco de la lancha es un cipoleño acusado de lesionar al conductor de un velero. La víctima dijo que lo quiso apuñalar pero que interpuso justo la mano.

Se quedaron encerrados cara a cara

Una vez culminada la audiencia de formulación de cargos, la víctima y el loco de la lancha se levantaron de sus asientos para retirarse de la sala. En ese preciso instante, en sus caras sobrevino un gesto de consternación: la puerta no se abría. Ambos, junto a sus respectivos abogados, quedaron encerrados en el lugar por algunos minutos. La víctima, que había sido perseguida con un cuchillo el año pasado por su agresor, ahora se encontraba atrapado junto a él. A las patadas, la puerta fue abierta por personal de la Oficina del Poder Judicial.