Inspectoras heroínas salvan a tres hermanitos del fuego
Se quemaba una vivienda y dos empleadas municipales rescataron a los niños.
Era un día como cualquier otro. Las inspectoras de Tránsito Carolina Benavídez y Paola Arias habían comenzado su jornada laboral bien temprano, ordenando la circulación frente a le Escuela 248 del barrio 432 Viviendas.
Su reloj marcaba las 8:10. Lo más arduo de la tarea ya había finalizado, o por lo menos eso creyeron cuando caminaban por calle Arenales hasta que alzaron la vista y vieron una espesa nube negra que salía de un departamento.
Ahí nomás, Benavídez salió corriendo hacia el domicilio mientras su compañera pedía asistencia a la central de emergencias.
Al llegar comenzó a golpear insistentemente la puerta para alarmar a quienes estaban en el interior, si es que había alguien. Para su sorpresa, le abrieron. Del interior apareció la figura de un adolescente -de 13 años- con su rostro completamente negro por el hollín. Mientras que desde el interior se oían llantos que después se supo eran de sus dos hermanitas, de 3 y 8 años.
Se hacía muy difícil respirar en el lugar. Los chicos fueron retirados y arropados con las camperas de las propias inspectoras, porque habían dejado todo en el interior del domicilio que, en ese momento, seguía consumiéndose por las llamas.
Minutos después, los tres menores fueron trasladados al Hospital Pedro Moguillansky, donde recibieron atención médica y se les proveyó oxígeno, ya que las vías respiratorias estaban notablemente afectadas tras haber aspirado el tóxico humo. En la ambulancia fueron acompañados por su madre, quien se acercó rápidamente al lugar apenas le informaron de la situación. En el momento del siniestro no se encontraba en la casa porque se había ido a trabajar a un céntrico jardín de infantes, donde se desempeña como maestra jardinera.
En el departamento también vive otro menor, de 11 años, que en ese momento se encontraba en clases.
Causas y consecuencias
Según se supo, el día anterior les habían cortado el servicio de energía eléctrica por falta de pago. Esta situación los obligó a utilizar velas para alumbrar los diferentes ambientes de la casa, lo que habría originado el incendio.
Las pérdidas fueron muy importantes. Ropa, calzados, colchones y hasta muebles perecieron bajo las llamas. Ante esta triste postal, los vecinos no fueron indiferentes y comenzaron a hacer llegar diferentes donaciones para aliviar la difícil situación de la familia.
Pudo ser una tragedia, pero la pericia y la audaz actitud de las inspectoras de Tránsito impidieron que así fuese.
Precaución
Evacuaron todo el complejo habitacional
Evacuaron todo el complejo habitacional
Los niños ya habían salido del departamento, pero el fuego, que se había iniciado en uno de los dormitorios, seguía vivo y amenazaba con expandirse. Por eso Benavídez, junto a un grupo de vecinos que se acercaron a colaborar comenzaron a alertar al resto de los habitantes del complejo habitacional. La mayoría pudo salir por sus propios medios, con la excepción de dos personas que requirieron ayuda. La primera fue una mujer de avanzada que edad que se encontraba descompensada en el tercer piso, a causa de la inhalación de monóxido de carbono. El otro caso, en tanto, fue el de un hombre con una sordera avanzada que no entendía lo que pasaba y se encontraba completamente desorientado.
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