LMCipolletti 02 de abril 2012
El viejo hospital cambiará su cara con un gran mural
La ONG Manos que Ayudan fue la encargada de organizar la actividad, de la que participaron artistas plásticos y jóvenes de la región.
Los trabajos en el edificio de calle Fernández Oro aún no concluyeron, pero ya se encuentran en su etapa final.
Desde la ONG Manos que Ayudan continúan trabajando desinteresadamente por la comunidad de Cipolletti, y en los últimos días los esfuerzos se centraron, nuevamente, en el viejo hospital cipoleño de la calle Fernández Oro.
Con el objetivo de realizar un mural para embellecer las instalaciones hospitalarias se convocó a grupo de personas, entre las que se destaca Carina Abolio del Taller Cara de Neuquén. Además, un grupo de jóvenes entusiastas colaboraron en el pintado de esta verdadera obra de arte que le cambiará la cara a la institución.
Al respecto, Noemí Bascur, integrante de la ONG, dijo: “Estamos en los tramos finales de la obra, con el corazón colmado de satisfacción”.
Por su parte, Abolio aseguró que cuando vio el estado en el que se encontraba el nosocomio le dio mucha tristeza. “Mi primer aproximación fue dar color a las puertas internas del servicio de quimio. Un momento muy fuerte, porque no se puede dejar de pensar en lo que viven las personas que por allí transitan”, manifestó la decoradora y artista plástica.
Asimismo, Abolio destacó la buena predisposición de los jóvenes ayudantes, entre los que se encontraron su hija Victoria junto a un grupo de amigos. “Fue una jornada increíble; estos chicos transmiten su buena onda y su frescura, y todo se hace más fácil”, afirmó.
Un compromiso
En tanto, Víctor Manuel Pantoja, otro de los artistas plásticos convocados para la actividad, señaló que “como cipoleño no nos podemos negar a participar de esta actividad organizada por la Fundación Manos que Ayudan; es un compromiso social y moral que nos acerca a responder las urgentes necesidades; lo veo como una forma de devolver en tiempo y esfuerzo todo el bien recibido en algún momento a mi familia en el nuevo hospital y recuperar este edificio para el bien de la salud de los cipoleños”.
La hermosa obra de arte ya está finalizada, aunque aún restan algunos últimos detalles y el apuramiento final.
Además se realizaron decoraciones en las puertas de cuidados paliativos. Al respecto, Abolio indicó que cuando se abocó a esta actividad fue partícipe de “un momento de introspección y de vivir de oyente una mañana en el servicio del hospital, con sus características especiales”.
Las personas que diariamente se acercan al nosocomio cipoleño, principalmente aquellos que lo hacen por cuidados paliativos u oncológicos, agradecen este gesto desinteresado de un grupo de personas que intenta hacer de este edificio un lugar más digno y apacible, ante el desinterés oficial que lo llevó al lamentable estado en el que aún se encuentra.
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