Dominar el pabellón, el objetivo oculto de Laila

Las peleas y las agresiones de Laila Díaz a presas y guardias forman parte de una violenta lucha por el control del pabellón del penal de mujeres de General Roca. La travesti asesina mantiene una larga disputa con una viuda negra y su cómplice, quienes detonan los constantes incidentes de los que participa Díaz, sentenciada a 30 años de cárcel por el crimen de la técnica de laboratorio Carla Milla.

“Pide derechos como mujer, pero actúa como hombre”, se quejó el jefe del Penal 5 de Roca, Hugo Cecchini, tras el último arranque de furia de la travesti. Desde el calabozo, Díaz se defendió y dijo que sólo responde agresiones. “Ellas amenazan y yo no me dejo someter, entonces al no dejarme someter me hacen la guerra tirando agua hirviendo, gritando, ofendiéndome las visitas como lo acaban de hacer y, no obstante, no se conforman; por eso han llamado a la radio para difamarme”, aseguró.

En base a las manifestaciones de Díaz, hay un importante frente de batalla abierto entre la condenada por el crimen de Carla y las “viudas negras”, como llaman a Esther Retamal y a Romina Tapia, quienes cumplen una pena por el homicidio del policía retirado Carlos Fleher, en Cinco Saltos. Hasta el momento, la situación parece estar controlada por las autoridades carcelarias, aunque hubo agresiones con agua hirviendo y arpones –trozos de madera que tienen atado en un extremo un cuchillo-.

Los continuos enfrentamientos de los que participa Díaz generaron malestar en el Servicio Penitenciario y Cecchini no ocultó su bronca por lo que la travesti manifiesta y su comportamiento. “Yo tengo pruebas, acá en informes de enfermería, donde ella (Retamal) me quemó con agua hirviendo, hay informes donde ella golpeó a una celadora. Por lo que me dijeron, ellas dicen que conmigo no se puede convivir y todo lo contrario: a ella la trasladaron en octubre del año pasado a Bariloche castigada porque en una semana prendió fuego cinco veces las ventanas de nuestras celdas”, se defendió la sentenciada.

En cuanto a un posible traslado, la travesti, que cumple una pena de prisión de 30 años, manifestó: “El juez me preguntó que si yo estaba a gusto, si tenía problemas con las mujeres y yo le dije que no tengo problemas con las mujeres, convivo con todas las compañeras, el problema es con Retamal, pero es ella la que tiene problemas conmigo. Es una persona súper tumbera, agresiva y las tiene a las otras dominadas; ella es mujer pero se comporta como un hombre. Yo la tuve que denunciar y por eso tengo resguardo físico desde el 2014”, se defendió.

Denuncia
“Ella corrompe todo el pabellón”

Una de las acusaciones más graves de una de las internas contra Laila Díaz tenía relación con una agresión a una presa que perdió un embarazo. Sobre este tema, también se defendió: “Nada que ver porque se puede comprobar en el hospital que esa persona a la que se refieren es (Romina) Tapia, la otra viuda negra, compañera de causa de Retamal”.

La travesti no desconoció diferencias con algunas guardiacárceles, pero aclaró que “acá son varias las celadoras, cuatro por día, y hay celadoras que vienen de malhumor y entonces hay discusiones, palabras cruzadas pero dentro de lo normal. Pero ella (Retamal) no es normal, es como una mafia, no puede ser que una persona corrompa todo el pabellón y por ese motivo la trasladaron castigada a Bariloche. Si yo fuera la que no sabe convivir, a mí me habrían trasladado”.

FRASES
“Yo me siento mujer, me asumo como soy. Yo sé que no nací mujer y para mucha gente, más allá de que hay leyes que me protegen, siempre va a discriminarme”.
Laila Díaz Sigri Condenada por el crimen de la joven Carla Milla
“Ella pide derechos como interna y hace como una mujer, pero ante cualquier conflicto actúa como hombre. Legalmente debe estar en un pabellón de mujeres”.
Hugo Cecchini Jefe del Penal de mujeres de Roca