Doble femicidio en Neuquén: "Él estaba adentro, con Luz al pie de la cama"
Miriam, muy cercana a las víctimas, contó cómo fue el momento en que detuvieron al acusado y cómo maltrataba a la mujer de 50 años.
Con los ojos empapados de lágrimas, aún en shock, sin poder terminar de comprender ni dimensionar el por qué de tanto horror, Miriam se acercó a la entrada de su casa del barrio Los Hornitos para dar testimonio y hacer su aporte para el esclarecimiento y pedido de justicia por el doble femicidio que desde hace más de 24 horas conmueve a toda la región.
"Éramos amigas. Yo no tengo mamá, falleció y ella cumplía casi ese rol de mi mamá. Estábamos todo el tiempo juntas. Tomábamos mate y compartíamos sus problemas y los míos", dijo en alusión a Norma Morales, la mujer de 58 años asesinada el pasado domingo, cuyo cuerpo fue encontrado mutilado en zona de barda en Plottier.
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"Una se pone a pensar en el por qué de todo esto... Ella era una mujer muy buena, muy laburadora, como ninguna. Su hija Luz, también... no se entiende", agregó con la voz entrecortada, desbordada de dolor, haciendo alusión a la joven de 20 años, quien también fue asesinada a puñaladas.
Mientras el sol pega fuerte en las desiertas calles del barrio Los Hornitos, Miriam mira en dirección a la casa de su vecina - entre la calle Las Torcazas y Avenida del Trabajador- tratando de encontrar una explicación. Enfrente, en medio del precintado de las calles, una camioneta de la Policía monta guardia en la puerta de la vivienda, que se convirtió en escenario del espanto.
En ese mismo lugar, Jorge Antonio Lagos, la ex pareja de Norma, fue encontrado por los vecinos y la policía, aguardando -no se sabe bien qué- al lado del cuerpo de la joven Luz. "No se entiende cómo una persona puede ser tan fría".
Habían pasado horas desde que Lorena, otra de las hijas de Norma, intentara establecer contacto con su madre. Ante la falta de respuesta y con la noticia del macabro hallazgo del cuerpo de una mujer en el sector de la barda lindera a la localidad de Plottier, se acercó a la vivienda donde convivía su mamá y su hermana, pensando lo peor.
"Empezó a golpear las manos con los vecinos y no los atendían. Uno de los chicos fue a buscar a la policía que está haciendo de custodia acá arribita", indicó Miriam, señalando un sector del barrio. "Cuando vinieron, Lorena les dijo: 'Rompé lo que tengas que romper, yo me hago cargo, pero quiero saber de mi mamá y de mi hermana'. El auto de Norma estaba en la puerta de la casa. Ella tenía Epoc (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y no caminaba, andaba siempre en su auto", advirtió dando cuenta de unas de las claves que encendió las luces de alarma.
"Cuando el policía se metió y, con un palo, abrió la puerta, él salió de adentro. Cerró la puerta y le dijo que Norma y Luz se habían ido al velorio del papá de Luz, lo cual era mentira. El papá de Luz no falleció. Todos los vecinos empezaron a decir que era mentira porque Norma sin el auto no sale. Entonces ahí Jorge le dice al policía: 'Pará, las voy a ir a buscar porque están acá a la vuelta. Cuando el policía se da vuelta para sacar a Lorena, porque se querían meter todos adentro de la casa, salió corriendo y los dos policías que habían venido salieron a la siga de él. Lo agarraron en la panadería", dijo en referencia al comercio ubicado a unas dos cuadras.
"El tipo estaba ahí adentro, con el ventilador prendido, con Luz al pie de la cama", exclamó horrorizada Miriam, quien se enteró de todo el domingo por la noche, luego de llegar a su casa. Estaba por tomar una ducha cuando su hijo fue corriendo a avisarle lo que había sucedido.
"Mientras la policía lo corría, yo llegué a la casa y me metí. No estaba la policía en ese momento. La puerta de la pieza y del baño estaban abiertas, había mucha sangre en el piso, en la cama, en las paredes, en el patio. El chico que estaba alumbrando apagó la linterna para que yo no viera nada. Pero alcancé a ver a Luz que estaba al pie de la cama, en posición fetal, como que había sufrido. Me sacaron y llegó la policía enseguida y le preguntamos por Norma, para saber dónde estaba. Nos dijeron que no sabían nada", relató invadida por la angustia.
"Después me enteré de que habían encontrado una mujer toda desmembrada, empezamos a sacar conclusiones pensando que podía ser ella", continuó diciendo sin parar de llorar. "Él usó el auto de Norma para sacarla de su casa", añadió y agregó que recién este lunes a las 9 de la mañana, tras las pericias, confirmó lo que más temía, mientras Lagos ya estaba detenido en la Comisaría 18. "Nos llevaron a declarar ahí y lo vimos. Te da impotencia", agregó.
Al ser consultada sobre si alguna persona advirtió alguna situación extraña que podría estar vinculada a los dos femicidios, Miriam expresó: "Una vecina comentó que discutían, pero que en un momento no escuchó más nada. Y vio que Norma no salía. Ella salía todos los días a la mañana a trabajar, a vender tortafritas, mote, ensaladas de fruta... Entonces empezaron a atar cabos y llamaron a la hija para que venga porque había pasado algo", contó.
Manipulación y maltratos verbales
Al día de hoy, Miriam no sabe si su amiga fue víctima de violencia física por parte del acusado y detenido. Lo que sí tiene claro es que el maltrato psicológico y verbal fue constante y que, por ese motivo, Norma decidió terminar la relación de pareja con Jorge Antonio Lagos.
"Ellos estuvieron juntos unos dos años, no sé si llegaron a cumplirlos y en el medio se separaron cuatro o cinco veces. Él era violento. No te puedo decir que la golpeaba porque ella nunca me contó eso, pero sí la maltrataba verbalmente", expresó antes de dar ejemplos de los insultos y las descalificaciones habituales que retumbaban en los oídos de Norma y que hicieron que ella de por terminado el noviazgo. "Ella una vez lo sacó de la casa con la policía, pero después volvieron", deslizó con pesar.
La última ruptura fue hace tres meses y fue definitiva. "El volvía y le decía que estaba durmiendo en la calle, abajo de un puente, que no tenía dónde vivir, que ella lo había dejado tirado", recordó Miriam antes de lamentar que, hace unas semanas, Norma se fue de vacaciones con su hermana y su cuñado y dejó a Lagos al cuidado de su casa "para que no estuviera en la calle".
"Ella era muy buena, era persona de hierro con un corazón grandote. Yo le dije: 'No lo hagas, no lo dejes entrar a tu casa porque no va a cambiar. Él es así hoy y mañana se va a levantar con la misma mentalidad'. Y ella me contestó: 'Lo tengo que dejar porque me da lástima que esté en la calle'. Le pregunté por Luz y me dijo que ella iba a quedarse en la casa de una pareja de amigos, ella trabaja para ellos en una despensa", postuló.
Con la promesa de que el acusado del doble femicidio se iría de la casa una vez que ella retornara de sus vacaciones, Norma regresó y se vio imposibilitada de ingresar a su hogar.
"Jorge no le quería abrir la puerta. La vecina de enfrente siempre le guarda una llave, así que Norma se la pidió. Entró con esa llave y le dijo a Jorge que se tenía que ir. Él le empezó a decir: 'No me querés más, tenés a otro, andás con otra persona'. A lo cual ella le contesta que si andaba o no con otra persona era un problema de ella porque con él ya no tenía nada. Es lo que ella me comentó. Como amiga yo le decía que no lo dejara entrar más y ella me decía que le daba lástima. Ella a veces lo dejaba entrar para darle un plato de comida", comentó con tristeza.
Miriam contó que además de Lorena y Luz, Norma tenía más hijos con los que no mantenía una relación cercana. Luz vivía con ella y aunque tenía deseos de independizarse, la frenaba la situación de violencia que sufría su mamá. "Ella trabajó el viernes hasta las 17 y después no apareció más. Sus amigos se empezaron a preocupar porque ella era re puntual. Eso es todo lo que sabemos. Espero que hagan algo por ellas y por tantas mujeres que pasan por esto", concluyó.
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