Triunfo y festejo: River le ganó a Racing y recibió el trofeo de campeón

En este torneo, a River le salió todo redondo. Y no iba a hacer una excepción en la última fecha. Primero, el recibimiento espectacular, fiesta y alegría total. Después, una clara victoria sobre Racing por 2-1 para llegar a un récord: 14 triunfos seguidos como local. El postre fue apoteósico, porque en medio de luces, fuegos artificiales y un sonido que hacía temblar a las 86 mil almas allí presentes, los jugadores de River recibieron la copa de manos del Chiqui Tapia por haber ganado, de manera inobjetable, la Liga Profesional.

Si tenemos que hablar del partido, hay que decir que fue una victoria rotunda, categórica, sin el brillo de otras jornadas, pero dejando en claro quién es el campeón. El Millonario hizo gala de su extraordinaria paternidad sobre la Academia y volvió a darle otro cachetazo como despedida de este torneo, en el que el equipo de Fernando Gago nunca pudo hacer pie.

Los tres puntos se empezaron a cimentar con un gol de su artillero, Lucas Beltrán, que a los 23 minutos la mandó a la red tras una asistencia de Pablo Solari. El puntano, que arribó de Colo Colo el año pasado y que ya es uno de los más futbolistas más valiosos del fútbol argentino, viene siendo figura en los últimos encuentros y parece haberse ganado la chance de ser titular ante el Inter de Porto Alegre, por los octavos de final de la Copa Libertadores, quien en los últimos partidos viene siendo figura.

Cuando el primer tiempo se moría, Racing recibió un mazazo: tarjeta roja para Gonzalo Piovi después de una acción aislada. Naturalmente, esa circunstancia condicionó al visitante, que salió al complemento más preocupado por mantener el equilibrio en el medio que por ir en busca de la igualdad. Tenía todo en contra y eligió no arriesgar.

El Millonario le dio el golpe de nocaut a los 26, por intermedio del chileno Paulo Díaz y con su sello característico, de cabeza. A partir de allí, el elenco comandado por Martín Demichelis bajó la persiana, quiso mantener la posesión y dejó que los minutos pasaran, una fórmula tan común como efectiva.

En una de las últimas jugadas, ya en tiempo adicionado, Jonatan Gómez decoró el resultado al marcar el descuento para los de Avellaneda a través de un brillante tiro libre que no pudo contener Franco Armani. Para otorgarle más espectacularidad al remate, que no alcanzó para la visita, el balón rozó el palo y se coló apenas por debajo del ángulo. Para la Academia, la coyuntura es bastante más compleja: quedó 11°, a dos unidades de la clasificación a la Sudamericana -con un cotejo más-, aunque aún tiene por delante la Copa de la Liga.

Racing quedó 11°, a dos unidades de la clasificación a la Sudamericana.