Cancha bar cerró y pidió disculpas: "Fue un error, lo admitimos"
Un "sábado de cachengue", el bar contrató a un conocido bartender en la región que fue viral luego de ofrecer tragos de boca en boca. Recibió una clausura y cerró hasta nuevo aviso.
Los responsables de La cancha bar pidieron disculpas a la sociedad luego del show que ofreció un conocido bartender en el lugar, el "sábado de cachengue" que celebraron el pasado 23 de enero, cuando comenzó a servir tragos en la boca de algunos clientes. Cerraron hasta nuevo aviso.
"Fue un error, admitimos que hubo un problema con el bartender. Se cebó con la gente, que estaba muy entusiasmada. Fue a cuatro mesas y pasó lo que pasó. Diez segundos, de un show que duró 8 minutos. Y nos sorprendió totalmente. Acá es muy conocido y no acostumbra a hacer eso. Ni estaba previsto que lo haga. Tuvimos mucha mala suerte", se sinceró Alan, el organizador a cargo del patio cervecero que fue furor desde que se inició en diciembre de 2020.
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En pocos meses, pisó fuerte con una propuesta de food trucks al aire libre, en el predio de un salón de fiestas que está ubicado en Avenida Julio Dante Salto s/n (camino Isla Jordán, a 70 m. de Ruta 22). Incluso, desde el Municipio les obsequiaron una planta como presente en reconocimiento y agradecimiento al emprendimiento comercial, en plena pandemia de Covid-19 y luego de un año tan difícil para todos.
Sin embargo, la buena onda les duró poco, ya que en enero, un polémico show que ofrecieron a sus clientes encendió la polémica y cosechó más tarde una clausura preventiva que impuso la Municipalidad y sigue vigente, por infracción a las medidas de distanciamiento social, preventivo y obligatorio.
En diálogo con LMCipolletti, Alan dijo que como organizador la situación se le fue de las manos. Recordó que ni siquiera estaba cerca cuando el barman dio de tomar en la boca a algunos clientes. Se encontraba al ingreso, a 60 metros de distancia, donde se recepcionan todos los datos de las personas que concurren al lugar y se realiza un conteo para no pasarse del límite impuesto.
"No vi lo que pasó en el momento, me llegó después el video. Igual, si hubiese estado cerca tampoco llegaba porque fueron segundos", sostuvo.
Aseguró que desde que iniciaron con este emprendimiento procuraron controlar el cumplimiento de las medidas de distanciamiento, desde la cabina del Dj o por intermedio del personal de seguridad privado que "desfila todo el tiempo por las mesas".
No obstante, reconoció que no fue fácil esa noche de cachengue controlar a un público, de 20 a 35 años, que estuvo más de 8 meses encerrado, cuando de pronto escuchó música alegre y volvió a estar en contacto. "Se cometen errores y hay situaciones que te exceden", reiteró.
Aún así consideró: "Hay más peligro en ir a cabecear un córner en un partido de fútbol donde te encontrás con seis chicos más, a 20 centímetros, que en un bar cumpliendo el protocolo". Inclusive, agregó, si los asistentes bailan en su propia burbuja, como le ocurrió el pasado 16 de enero, motivo por el cual recibió otra contravención por parte de los inspectores municipales.
"Lo de bailar alrededor de las mesas fue mala comunicación, porque días previos habíamos consultado si se podía y a otro compañero le habían dado el okey en Comercio para implementarlo", comentó.
Pese a la clausura, Alan quiere seguir adelante. Pero, confiesa que realmente no sabe si podrá. Dice que está dispuesto a pagar la multa, aunque una de 400 mil pesos, por ejemplo, lo liquidaría. En cualquier caso, le gustaría que el dinero que la Muni recaude vaya destinado al hospital para la compra de insumos que hagan falta. "Creo que es una forma de pedir disculpas a la sociedad. Yo tuve a mi mamá tres meses internada en el Policlínico. También a mi papá, así que sé de lo que hablo", reveló el organizador de La cancha club.
Todavía no sabe cuál será el futuro de La cancha club. Se organiza con sus abogados para presentarse en el Juzgado de Faltas y espera que el desenlace no los termine de hundir, ya que el propietario del predio está devastado y si fuese por él, se despiden para siempre. La realidad, indicó, es que "estamos asustados y no sabemos cómo reaccionar".
Teléfono descompuesto con Comercio
De igual forma, advirtió que es necesario para cualquier emprendimiento que intenta abrirse paso en este escenario mejorar la comunicación con Comercio y recibir un acompañamiento real y concreto.
"Nos sorprendió que Cristian Blanco -el jefe de Fiscalización- diga que nos hacemos los vivos, porque desde que abrimos los inspectores han ido dos o tres veces por noche a inspeccionar", indicó.
Piensa que por ahí otros comerciantes ejercer una fuerte presión, ya que desde que iniciaron con este proyecto "a los bares le vaciamos el centro, en el buen sentido de la palabra, lo digo". Es decir, la gente hace hasta 80 metros de cola para ingresar al patio cervecero.
Y espera que esta historia termine bien. "Si alguien se sintió perjudicado con la situación, pido disculpas. Me retiro, pero bien, porque no quiero problemas con nadie. Y si continuamos adelante, necesitamos que nos acompañe la Muni, porque si no es muy difícil", cerró.
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