Bake Off dio marcha atrás y Samanta se quedó sin premio

El final anunciado, se dio. Con un altísimo rating, esperando la polémica definición de la segunda temperada de Bake Off, el reality pastelero de Telefe, la producción del envío jugó sus cartas y cambio de manos el título de mejor pastelero amateur del país.

La ganadora, tal cual se había anticipado en los últimos días, fue Samanta. Pero luego de que se conociera, una vez emitidas las instancias finales del ciclo, que se grabó de manera íntegra el año pasado, que había tenido experiencia profesional como pastelera, algo prohibido en el reglamento del programa, se decidió sacarle la corona.

Tras el anunciado triunfo de Samanta, por decisión del jurado, la última parte del programa, grabada hace pocos días, puso a los jurados ante los dos finalistas, sin Paula Chaves, quien no pudo estar en la grabación porque el sábado fue mamá.

Allí, le anunciaron a Samanta que estaba descalificada por mentir y ocultar su experiencia profesional en la cocina. Le sacaron la corona y el premio de 600 mil pesos, que pasaron a manos del otro finalista, Damian Pier Basile.

Samanta, muy dolida, aceptó la decisión y dio su verdad. Dijo que aceptaba las reglas y haber cometido un "error humano", pero se defendió de los duros comentarios que recibió a través de las redes sociales en los últimos días y aseguró, quebrada, que iba a seguir persiguiendo su sueño de ser pastelera.

"Solo tuve un breve emprendimiento familiar", aseguró, pese a que, se sabe, también trabajó en el famoso Café San Juan.

Por eso, se quedó sin premio, sin trofeo y con muchos fanáticos del programa ubicándola en el rol de villana.

Damián fue entonces quien se llevó los 600 mil pesos y la sonrisa en el capítulo final, que llegó con un momento histórico para el ciclo.

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