Arq. Mabel Rodríguez Cebrian, integrante del Colegio de Arquitectos de Río Negro. Prolífica labor en estas tierras

El caso de la arquitecta Mabel Rodríguez Cebrián es un argumento que nos llamó la atención porque por sus propias palabras, la historia se describe. Ella la llama Prehistoria.

Prehistoria: Período de la historia de la humanidad que comprende desde el origen del hombre hasta la aparición de los primeros testimonios escritos.

“Si a algo se parece mi aparición en Viedma, en febrero de 1962, es a eso, a la prehistoria de la Arquitectura. No había nada, no había nadie. Recuerdo que, en nuestro estudio, recibíamos las suscripciones a Architectural Record, L’architecture d’aujourd’hui, Summa. Ventana al mundo que nos había abierto la Facultad. Afuera soplaba el viento, el eterno viento en la calle de tierra, la llanura arenosa del Valle Inferior, a lo lejos la cuchilla, el “non plus ultra”, comienza relatando Mabel.

Ahí estaban esos jóvenes profesionales, portadores de ese legado confrontado a un medio yermo. Hicieron lo que hacen los pioneros: plantar esas primeras obras, proyectos pequeños que fueron abriendo camino.

En esos primeros años Mabel no sintió que se la discriminara. “Éramos pocas las mujeres en todas las profesiones, nos sentíamos necesarias. Estábamos lejos de nuestras familias de origen, nos arreglábamos como podíamos en lo doméstico. Eso nos dio entrenamiento y fuerza y el paradigma de la invisibilización no se instaló fuertemente”, agrega.

Cosas que hizo por primera vez y experiencias novedosas:

• 1963, puso en marcha el IPPV y organizó el primer grupo de construcción por Esfuerzo Propio y Ayuda Mutua, en la que llevaron a cabo 16 viviendas en Viedma. Como Directora de Planificación del IPPV, recorrió la provincia evaluando cómo llevar condiciones de habitabilidad para asegurar el arraigo.
• 1966, junto al Arq. Diamante, proyectaron el primer edificio de departamentos en altura, con ascensores, del Alto Valle.
• 1977, organizó la Dirección de Arquitectura Escolar para más de 360 edificios en toda la provincia.
• 1990, revalidando su título por la Universidad de Granada, abrió un estudio en España.
• 2000, en Bethesda, EEUU, en el estudio "AGG International", fue consultora para el desarrollo de proyectos varios en América Central.

Unos meses antes, antes de la caída del gobierno del Gral. Perón, se dictó la Ley de Provincialización de los territorios nacionales. Ley 14.408/55.

En 1955 había un proyecto aprobado para convertir las así llamadas gobernaciones, administradas desde Buenos Aires, en nuevas provincias en igualdad de condiciones con las históricas de la Constitución de 1853. El proyecto fue sancionado por el gobierno de la Revolución Libertadora.

Preparando ese cambio en la forma de conducir a las nuevas provincias estas debieron convocar respectivos congresos constituyentes para redactar cada una su propia Constitución Provincial. Los constituyentes diseñaron una provincia moderna y que en muchos aspectos superaba a las históricas.

Entre las primeras leyes sancionadas destacaron especialmente 2: la creación del IDEVI (Instituto de Desarrollo del Valle Inferior, en ese momento la zona más atrasada de la Provincia) y la creación del IPPV (Instituto de Planificación y Promoción de la Vivienda) Ley 21 que debía operar dentro el Ministerio de Asuntos Sociales.

Y en ese momento se “alinearon los planetas” para beneficiar a la Provincia de Río Negro.

En una Convención de la Unión Cívica Radical realizada en Tucumán se debía decidir quién iría como candidato a Presidente. Los candidatos eran el Dr. Arturo Frondizi y el Dr. Ricardo Balbín. Las fuerzas eran muy parejas y fue por solo un voto, el del Dr. José María Guido (Convencional por Río Negro), que ganó Frondizi. Y éste agradeció el gesto designando al Dr. Guido como su Vicepresidente.

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A finales de 1961 se publicó una carta del Ministro de Economía de Río Negro en unos transparentes que había en el hall de la Facultad de Ingeniería (la carrera de Arquitectura formaba parte de esa Facultad).

Y el Ministro solicitaba al Decano que se interesara a los jóvenes egresados para cubrir cargos técnicos en la Provincia.

“No sé si el ministro mandó cartas a todas las facultades que lo que sí es cierto es que a Diamante y a mí nos gustó la idea. Y en los primeros días de diciembre partimos para Viedma en nuestro pequeño Heinkel. El viaje duró 3 días por caminos casi siempre de tierra. Nos recibieron con entusiasmo y acordamos que para febrero estaríamos en condiciones de mudarnos. La oferta era trabajar en la Dirección de Arquitectura”, enfatiza Mabel.

El 4 de febrero llegaron a Viedma e inmediatamente asumieron el cargo bajo la gobernación del Dr. Castello.

“El golpe de estado de marzo de 1962 destituyó a Frondizi y Guido, ni corto ni perezoso, concurrió a la Escribanía de Gobierno y se hizo tomar juramento como nuevo Presidente. ¡Tuvimos un Presidente rionegrino! Y el interventor gobernador nombrado era ¡un arquitecto! Creo que nunca se dio en la Argentina un gobernador arquitecto. Y el ministro de Asuntos Sociales ¡otro arquitecto!”, cuenta Mabel.

Según Mabel, nunca sabrán si enviaron esas cartas a todas las facultades, pero sólo ellos acudieron a este llamado del destino, en una ciudad que en 1960 no llegaba a los 7500 pobladores. Siempre tuvo que vivir bajo la mirada de los NYC, los nacidos y criados en Viedma, y a la constante pregunta de cuánto les faltaba para recibirse de ingenieros (no había arquitectos en ninguna de las ciudades importantes de la provincia).

Mabel realizó toda su enorme tarea a la par que conformó una familia con cuatro hijos y sus nietos.

Mabel, como muchas otras mujeres y hombres que se afianzaron en nuestras tierras, nos traen historias de trabajo incansable, de firmes decisiones para abrir caminos y poner en marcha nueva provincia de la Nor Patagonia.