Un comercio familiar que despegó con fuerza: El "tren pasa una vez en la vida y tenés que subirte"

Fue una mezcla de muchos ingredientes. De sucesos, de ganas, de historias que se conjugaron para dar forma a un sueño. Y en ese tren de oportunidades, de esfuerzo y mucho “pulmón” se subieron y no los paró ni la pandemia.

Ricardo y su familia apostaron todo a su propio negocio, a echar raíces y apuntalar la actividad de construcción en Cipolletti y día tras día la actividad cobra un renovado impulso.

Ricardo Ancao es la mano firme que pilotea “Patagonia Cerámicos”, una firma que ya tiene sello propio en la ciudad, siempre flanqueado por su familia.

La empresa se dedica a la venta de materiales de construcción de final de obra: revestimientos, porcelanatos, cerámicos, pegamentos, perfiles, entre otros productos, indicó.

No son ningunos ‘improvisados’ en el mundo de los cerámicos ya que el noble oficio los llena de orgullo como una verdadera herencia.

Isaac Ancao, el padre de Ricardo “vendió cerámicos durante toda su vida”.

“El negocio arrancó hace 7 años de acuerdo a necesidades mías, personales y laborales. Era empleado de una fábrica de cerámicos y decidí renunciar. En un principio, trabajamos como mayoristas, gracias a Cerámica Lourdes que me dio una mano grande. Y con la pandemia decidimos abrir la venta al público y sumamos productos de otras fábricas”, contó el máximo referente de “Patagonia Cerámicos”.

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Fue una apuesta grande, donde pusimos todo lo mejor. Tenemos en cuenta la situación en que se encuentra el país, pero nunca le tuvimos miedo a todo lo que es laboral y, por eso, ahora abrimos nuestro showroom. Creo que la clave es poner todo el esfuerzo en el trabajo y creer en uno. Siempre digo que a las oportunidades hay que aprovecharlas”, señaló el propietario del comercio, ubicado en Mariano Moreno al 800, que tiene una amplia clientela que proviene de Cipolletti, de Neuquén y también desde diversos puntos de la Cordillera.

“Creo que hoy la construcción es uno de los rubros más accesibles. Es cierto, la inflación está, pero el que puede tiene que apostar al ladrillo, a los materiales de construcción, invertir en buscar el techo propio”, señaló Ricardo.

Cada día reciben consultas y brindan asesoramiento personalizado. “Hay mucha gente que está planeando construir por etapas y vienen y preguntan, compran y van reuniendo materiales”.

“Tenemos descuentos por compras en contado efectivo, planes en cuotas, Ahora 12, muchas opciones de financiación y la posibilidad de ‘acopio’. Hay clientes que tienen mercadería desde hace dos años, porque la gente va comprando para congelar precios”, explicó además.

Impulso familiar

Ricardo Ancao (41 años) tiene tres hijos y trabaja a la par con Lorena Rodríguez, su esposa, licenciada en Administración de Empresas.

“Siempre tuve en claro que quería tener mi propio negocio para que trabajen amigos, familiares, en un ambiente cálido, confortable, donde todos tiremos para el mismo lado, quiero que la gente que está alrededor se sienta cómoda”, destacó, “eso es lo principal. Trabajar en un ambiente saludable”.

“El día más feliz de mi vida”

El empresario resaltó la importancia del acompañamiento familiar en todo momento. “El día que renuncié a mi trabajo fue el más feliz de mi vida. Fue un 6 de enero, hace 7 años, y estaba tan feliz porque estaba seguro de lo que quería, de lo que iba a hacer. Mis hijos me dieron el impulso necesario”.

El “tren pasa una vez en la vida y tenés que subirte”, concluyó el cipoleño.

De ahora en más, la mirada está puesta en seguir creciendo. “Pensamos en comprar un terreno, construir un galpón propio y no parar”.